La siembra largaba en la región núcleo en octubre del año pasado, con un horizonte productivo de 17,7 millones de toneladas. Pese a que se trataba de la siembra más baja de los últimos 14 años, el alto nivel tecnológico aplicado al cultivo apuntalaba la posibilidad de alcanzar los 40 quintales por hectárea (qq/ha) en soja en la región.
Pero la estimación hecha por la Bolsa de Comercio de Rosario esta semana da por el piso estos números. Con una siembra de 4,45 millones de hectáreas (ha), el rinde estimado es de 29 qq/ha, que coincide con el del ciclo 2017/18. Este ciclo y el de 2008/09 marcan los dos mayores desastres productivos del país de los últimos 15 años.
En este momento, se estiman que hay dos millones de ha en condiciones regulares y 670.000 ha en malas condiciones, de las cuales 185.000 ha ya se consideran perdidas. Con estos guarismos, el número de producción es de 12,4 millones de toneladas; un 30% menos de lo que esperaba a la siembra. De esta manera será la producción más baja de los últimos 14 años. Respecto de lo que se estimaba tres semanas atrás, esto significa un recorte de 1,4 millón de toneladas. Lamentablemente, con el 55% de la soja de la región en condiciones regulares a malas, es muy probable que siga realizándose ajustes negativos.
Llegaron las lluvias, pero no fueron para todos y la sequía alcanza al 70% de la región núcleo. Las lluvias en la franja oeste ha sido favorecida con algunos sectores que han logrado acumular 100 mm o más -sur de Córdoba, extremo sur de Santa Fe, parte del centro oeste de Buenos Aires o sectores de La Pampa-. En la franja central, en la región núcleo, la imagen de las lluvias de la última semana (las del fin de semana y las de las últimas horas) muestra que el oeste ha recibido lluvias significativas de 60 mm a 30 mm. Estas representan casi el 50% de la oferta hídrica acumulada hasta ahora en febrero, pero llegaron recién en la tercera semana del mes. También se ve la gran heterogeneidad en Santa Fe, donde los registros estuvieron por debajo de los 30 mm -sobre todo en los alrededores de Rosario-. Lamentablemente, pese a las lluvias, el área con reservas escasas y sequía volvió a expandirse y llega al 70% de la región núcleo. Para revertir estas condiciones y torcerle el brazo a la sequía en el norte de la región se precisan 100 mm a 140 mm.
Esta situación duplicó los cuadros en condiciones malos y subieron los regulares pese a las lluvias: de un 7% pasó a un 15% el área de soja de primera mala y de un 38% a un 45% la regular en los últimos siete días. Y como suele pasar en estas campañas, hay una enorme variabilidad de condiciones de soja de primera, sobre todo en el área del centro sur de Santa Fe.
Hay zonas aisladas, como islas beneficiadas por un extra de milímetros en extensas zonas castigadas por la falta de agua. El Trébol y Carlos Pellegrini Cañada Rosquín están entre esos casos afortunados y podrían alcanzar los 40 qq/ha.
A pocos kilómetros, la otra cara, Cañada Rosquín, hay mermas de rinde de un 40% debido a la mala condición del cultivo. En gran parte de los alrededores de Rosario, la altura del cultivo no supera los 40 centímetros. “Si llueve puede recuperar algo de peso, pero la ganancia será muy poca; otros podrían tener alguna reacción y mejorar el número de chauchas, pero en muchos otros, nada”, advierten. Estiman rindes de 17 a 25 qq/ha.