El presidente de la Nación, Alberto Fernández, inaugura este martes el 140° período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, con un mensaje que estará signado por el debate central que se apresta a encarar el Parlamento en los próximos días: el acuerdo con el Fondo Monetario.
Obligado por la Ley 27.612, de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública que esta misma administración decidió hacer votar el año pasado, el oficialismo deberá aprobar en ambas cámaras el acuerdo con el FMI, lo cual ha generado un clima deliberativo en el seno del Frente de Todos, cuyo punto central de tensión estuvo marcado por la decisión de Máximo Kirchner de renunciar a la presidencia del bloque.
Pero más allá de esa decisión que marcó un punto de inflexión en el frente constituido en 2019, todos los ojos estarán puestos este martes en la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Sentada a la izquierda del primer mandatario, la titular del Senado volverá a mostrarse después de mucho tiempo junto a su compañero de fórmula, pero sobre todo habrá una gran expectativa en ver sus gestos durante el discurso de Alberto Fernández. Sobre todo cuando haga referencia a las negociaciones con el FMI, que se espera anuncie como concluidas, de cara al envío al Congreso del proyecto para aprobar el acuerdo.
Cristina Fernández de Kirchner se ha mantenido en silencio respecto del acuerdo con el Fondo, y solo alteró su silencio en las redes sociales el último domingo, cuando recordó su actuación cuando el conflicto entre Rusia y Ucrania por la península de Crimea. Respecto del entendimiento por la deuda, Alberto Fernández admitió en declaraciones al periodismo que ella tiene diferencias con el entendimiento, pero aseguró que ella no compartía la decisión de su hijo de dejar la presidencia del bloque oficialista, al punto tal de haberle pedido reconsiderarla. Hay muchos que ponen en duda que realmente la decisión de su hijo no haya sido consensuada con la vicepresidenta.