Tras nueve derrotas consecutivas, Gabriel Albornoz dejó su cargo como entrenador de Estudiantes. En su lugar, llegó Francisco Ruiz, quien tuvo experiencia en Belgrano, Unión Orán de Salta y en el seleccionado tucumano U-19.
Estudiantes sigue sin levantar cabeza en la Liga ArgentinaSi bien la situación de la “Cebra” en Liga Argentina es delicada, “Francis” no oculta su alegría por poder estar al mando de un proyecto de tamaña magnitud. “Esto es un sueño. Es a lo que más aspiras en tu provincia y lo que más quise desde que empecé como entrenador en los 2000. Es un desafío enorme y de los mejores, porque es el segundo nivel de básquet argentino y no es algo que se da todos los días”, aseguró, dejando en claro que vive y piensa por la pelota naranja. “Este deporte es mi pasión porque lo hice como jugador y ahora como entrenador. Ya no le pido nada más al básquet, me dio todo. Por eso voy a disfrutar a pesar de las urgencias que existen en este club”.
Ruiz tiene como principal objetivo potenciar al equipo para superar las adversidades. La idea es poder dejar atrás el mal momento cuanto antes. “Estoy seguro de que el cuerpo técnico anterior lo dejó todo, pero nuestra profesión es así. Cuando uno reemplaza a un entrenador en este contexto, me parece que las expectativas están orientadas a mejorar al equipo. Tenemos que cambiar la cabeza lo más rápido posible”, sentenció antes de ir un paso más hacia adelante. “La clave está en lo anímico. El equipo viene con una seguidilla de derrotas y eso afecta muchísimo la toma de decisiones. Se nota cuando falta confianza e inseguridades; eso te lleva a la frustración”, agregó, resaltando que lo psicológico es crucial.
Ruiz apuesta a su filosofía de juego. Trabajará para fortalecer los puntos que cree fundamentales para conseguir triunfos dentro. “A mí me gustan los equipos que son revulsivos y que no esperan a que las cosas simplemente pasen. Quiero que asumamos el protagonismo y eso es lo que intento plasmar en los entrenamientos. Vamos a ser valientes, saliendo a buscar al rival para tratar de incomodarlo con muchas posesiones. No soy muy estructurado, y aunque parezcan ser equipos ‘locos’, busco que seamos verticales”, expresó.
Por último, habló sobre sus virtudes como entrenador. “Soy un apasionado del trabajo. Quiero que las prácticas sean lo más parecidas posibles a los partidos y, sobre todo, soy honesto con los jugadores”, concluyó.
Hoy, desde las 21 en el estadio en el Dionisio Muruaga, la “Cebra” recibirá a Barrio Jardín de Córdoba.