A horas de declarar a Corrientes como zona de catástrofe ecológico y ambiental a causa de los incendios rurales que arrasaron más de 785.000 hectáreas hasta ahora, el gobernador de esa provincia, Gustavo Valdés, afirmó que apagar el fuego les será imposible a los brigadistas.
En declaraciones radiales, sostuvo que un fenómeno de estas características solo puede ser revertido por la misma naturaleza y, en consencuencia, que espera que se cumpla el pronóstico de lluvias previstas para los próximos días. Sus dichos fueron reproducidos por el diario La Nación.
"El fuego va para donde quiere. Es muy difícil incluso hasta direccionarlo; salta de a 100 metros y cruza las rutas como si nada. Los medios que podamos llegar a tener son insuficientes", expresó esta mañana el mandatario en diálogo con Radio Mitre, de Buenos Aires.
En un reporte del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) publicado ayer se consigna que ardió el 9% territorio provincial. También murió ya un bombero voluntario en un accidente en la ruta debido al humo. Básicamente, hay decenas de lenguas de fuego, algunas de un kilómetro, avanzando por el norte de la provincia, incluso sobre humedales.
Valdés, además, afirmó este sábado que el diálogo con el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, “está terminado”. El gobernador tomó esta decisión luego de que el funcionario nacional acusara a la provincia de demorar la utilización de los recursos enviados por Nación.
“Yo no voy a polemizar más. Con Cabandié está terminada la conversación. Ayer hablé por primera vez con el presidente de la Nación y se puso a disposición. Se comprometió a tender líneas de ayuda a todos los productores. Ojalá se cumpla. Hoy tenemos el incendio, pero la economía la vamos a tener que reactivar de alguna manera”, detalló Valdés, en diálogo con radio Mitre.
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