Simplemente manifiesto una duda. Cuando se refiere la carta “Poder económico” (de José Emilio Gómez, 14/02) a...”el poder económico financió... y se enriqueció... cambió el eje desestabilizador de las democracias... gobiernos víctimas, etc. etc.” Duda: ¿el crecimiento desproporcionado de las fortunas de nuestros gobernantes actuales -tomando desde comisionados comunales hasta los peldaños superiores-, no formaría parte del poder económico? O... como suelen acotar algunos “creyentes”, ¿hay que considerar esas fortunas como “un vuelto”, así como lo que se gasta en sueldos de “ñoquis”? La realidad nos está azotando demasiado como para seguir con anteojeras y/o continuar justificando lo indecible. En la pirámide de la corrupción debemos ser lapidarios... pero con todos los peldaños, sean afines a nuestra ideología política o no. Y sí: ...“todos los hombres son buenos, pero si se los audita son mejores...”, pero la vara debería ser igual para todos. Y comenzar desde abajo también debería ser una opción. Quizás, sólo quizás, se reflejaría en mejores veredas en nuestra ciudad, mejores rutas en nuestra provincia, etcétera.

Hilda Cristina Ponce


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