En el Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas, que se conmemoró ayer, especialistas resaltaron la importancia de realizar la evaluación cardíaca fetal, un estudio crítico que marca la diferencia entre la vida y la muerte, según dijeron. Las malformaciones afectan aproximadamente a 7.000 recién nacidos en el país al año, destaca Télam en su portal de noticias.
“El punto más crítico está en la detección precoz, eso es lo que cambia realmente el resultado, marca la diferencia entre la vida y la muerte, porque cuanto antes se establezca el diagnóstico se puede hacer un tratamiento más oportuno en el lugar adecuado”, dijo Ignacio Lugones, jefe de la unidad de Cirugía Cardiovascular del Hospital Elizalde.
Según el Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas, este tipo de anomalías congénitas en el corazón o vasos sanguíneos adyacentes es la más común entre recién nacidos, y la primera causa de muerte en el primer año de vida.
Según el tipo de cardiopatía -hay más de 30- muchos de los efectos producidos necesitan un seguimiento cuidadoso a lo largo de la vida.
“La recomendación principal a la población es que tome conciencia de que estas enfermedades existen y en que puede afectar a cualquiera”, advirtió Lugones. Y agregó: “es fundamental que se realice el screening de esta enfermedad, en particular en la etapa prenatal de diagnóstico fetal a través del ecocardiograma fetal supervisado por un especialista”.
En nuestro país, este tipo de cardiopatías afecta al 1% del total de embarazos, lo que equivale a alrededor de 7.000 bebés por año, es decir, 20 niños que todos los días nacen con este tipo de enfermedad, explicó el médico cardiólogo Diego Esandi.
Consecuencias
De acuerdo con el grado del defecto que se produzca, las consecuencias podrán ser “pequeñas, leves o moderadas; algunas muy serias y algunas, muy pocas, incluso incompatibles con la vida”, detalló Esandi y agregó: “de allí que el diagnóstico precoz y la información y orientación adecuada es esencial para que esta condición transite de la mejor manera posible”.
El profesional señaló medidas de prevención como la toma de ácido fólico antes y durante el embarazo, prestar atención al consumo de algunos remedios -por parte de la madre- como fenobarbital, hidantoina, acido retinoico, warfarina, ácido acetilsalicílico, metronidazole, alcohol, indometacina y antidepresivos; o la exposición a radiaciones, además de controlar la alimentación.