Pedro Luca Mamaní se hizo conocido en Tucumán como "el hombre de la cueva". Desde hace más de 40 años vive en soledad, en un hueco de la montaña de un lugar de difícil acceso, al que se llega luego de caminar más de dos horas, ubicado en el paraje Cerco Viejo, en San Pedro de Colalao. Ahora, un cineasta francés prepara un documental sobre este particular tucumano.

El 1 de agosto de 2011, LA GACETA publicó la historia de Mamaní, quien de joven decidió dejar el pueblo y alejarse de todos  para instalarse en una caverna, donde tiene lo indispensable para cazar, preparar su comida y dormir en un catre.

FOTO ARCHIVO LA GACETA.

Es tan lejos que, en el trayecto, se cruzan tres ríos y un arroyo. Se sube por un sendero pedregoso y desolado. Algunos bikers hacen ese recorrido sobre ruedas, pero sólo hasta el sitio conocido como "El Puente del Indio".

La interrupción

Mathieu Orcel es director de cine y filma el documental “Lejos de los hombres”. Este mes, el francés que vive hace más de 20 años en Argentina, llega a Tucumán para terminar su cuarto largometraje documental, que estuvo interrumpido por la pandemia de coronavirus.

Se trata de un film producido por Kôn Sud Productions sobre el ermitaño Pedro Mamaní. Antes de la pandemia, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales aprobó el guión y Orcel inició el rodaje.Sin embargo, después comenzaron las restriccione y todo quedó suspendido sin fecha.

¿Quién es Pedro Mamaní?

Cuando deambula por la plaza de San Pedro de Colalao, la gente dice ahí va Pedro Luca, pero nadie sabe quién le cambió el nombre. La soledad es su compañera de vida. Cuando don Pedro llegó al mundo, hace 84 años, su madre murió el mismo día del parto. Uno de sus abuelos se ocupó de la crianza. En aquel tiempo ya mostraba su carácter solitario: a los 15 años partió de San Pedro de Colalao para recorrer el norte argentino.

FOTO ARCHIVO LA GACETA.

Pasó por Metán, después se instaló en Aguaray, más tarde en Campo Durán, también en Pocitos y, al final, cruzó la frontera hasta llegar a Tarija, en el sur de Bolivia, donde vivió más de una década. Después de haber cumplido 30 años regresó un día a su terruño y eligió vivir en la cueva, de donde no piensa salir. "A mi me gusta la cacería -dijo don Pedro, mientras encendía un cigarrillo en aquella entrevista de LA GACETA-. Aquí estoy tranquilo, además el ser humano es peor que los bichos", agregó dando a entender que así nadie lo molesta.

En aislamiento

Durante el aislamiento obligatorio, Orcel produjo una pieza de 15 minutos para la Plataforma documental Close Up (Al Jazeera English) llamada Isolated (aislado). En este trabajo se narra cómo esos cambios en la realidad fueron modificando completamente su rodaje documental, así como el sentido mismo del filme.

El cineasta francés planteó que Pedro Mamaní pasó de ser un marginal aislado de los hombres, a convertirse en un modelo de aislamiento en medio del coronavirus.

Ahora, Mathieu Orcel vuelve a la cueva de Pedro para encontrarse con él y terminar el rodaje.  Luego de este último bloque de trabajo, el film entrará en etapa de postproducción y podría estrenarse a fines de 2022.