En el Senado estalló una polémica por la cancelación de contratos de personal en el bloque radical. En el entorno político de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, deslizaron que se trata de “ñoquis” y que la planta de personal está sobredimensionada. Sin embargo, en las filas del radicalismo aseguran que, en realidad, es una represalia por cuestiones políticas.
La UCR culpó a Cristina Kirchner de haber dado de baja a 40 contratos de personal legislativo del bloque. Los despidos se dieron tras la sesión en la que Juntos por el Cambio le recortó el quórum al tratamiento de la actualización de Bienes Personales.
La baja del personal tomó sorprendió al titular del bloque radical, Luis Naidenoff, representante de Formosa. Entre los raciales afiran que la medida a una venganza de la vicepresidenta por el desplante opositor de la última sesión de 2021.
Un reordenamiento
Desde la presidencia del Senado se negó que el recorte de contratos tenga connotación política. En este se argumentó que la decisión se tomó debido a un reordenamiento que la secretaria Administrativa, María Luz Alonso, había puesto en marcha dos años atrás, pero que quedó en pausa por la pandemia de coronavirus.
Desde el oficialismo resaltaron que la cancelación de contratos se tomó con el personal que no cumplió sus tareas en los últimos dos años. En el radicalismo advierten que, de aplicarse la misma vara, deberían cancelarse los contratos del oficialismo, ya que mucho personal quedó sin cumplir tareas durante la pandemia.