Todavía emocionada tras haber recibido formalmente de manos del príncipe Carlos de Inglaterra el título de oficial de la Orden del Imperio Británico, en reconocimiento a su trabajo sobre muerte súbita del lactante en el primer año de vida, la patóloga Marta Cohen se muestra confiada en que la luz al final del túnel está cada vez más cerca. La reconocida médica que trabaja en el hospital británico de Sheffield y como Directora Clínica de Farmacia, Diagnóstico y Genética y profesora honoraria del Departamento de Oncología y Metabolismo de la Universidad del mismo instituto, asegura que todavía no podemos decir que la pandemia ya terminó, pero que cree que para fines de este año ya deberíamos vivir “una nueva normalidad”. 

Pero, advierte, las muertes y casos graves continuarán presentes sobre todo en quienes no se vacunaron o recibieron una sola dosis. “Hay que trabajar para concientizar a todos de la importancia de la vacunación”, afirma Cohen, no sin dejar de recordar el apego que siente por nuestra provincia al estar casada con el ex rugbista y arquitecto tucumano Ernesto Correa. Desde el hospital en el que trabaja, la patóloga habló con LA GACETA sobre cómo estamos, cómo ve el futuro inmediato y los errores y aciertos que se cometieron con el manejo de una pandemia que nos cambió la vida desde hace dos años. Este fue el diálogo:

- Hace unos días la OMS auguró un largo período de tranquilidad para Europa a partir de la gran cantidad de vacunados y la salida del invierno. ¿Es tan así? ¿Se puede decir que estamos cerca del fin de la pandemia?

- Por lo que estamos viendo nos hemos estabilizado en una mesa alta, sin dejar de advertir que la pandemia continúa. Estaba mirando las cifras. En enero de 2021, los pacientes con respiración mecánica eran 4.076, luego bajaron en nuestro verano del 2021 y a partir de septiembre agosto bajamos a 508 pacientes ventilados, pero no estamos cero. Tenemos una meseta alta, pero con ocho veces menos pacientes. Hospitalizados había 38.000 y ahora 15.200. Cuando comenzó Ómicron subieron los casos, pero hemos mejorado significativamente. Y esto es un trabajo combinado entre vacunas y testeos. Aquí se hacen 1.500.000 testeos. Todos nos los hacemos al menos dos veces por semana los testeos. Se los regalan a la gente a los test, para que no tengan que invertir. Un 65% de los mayores de 12 años ya tiene la tercera dosis. Repito, aún no pasamos la pandemia, pero aprendimos a convivir, el barbijo se sigue y se seguirá usando. Hay que hacerse los tests rápidos. Y hay otro tema que me preocupa y es que muchos jóvenes no quieren vacunarse. Son los que menos se vacunan, o les falta las segundas dosis. También tenemos en niños mucho aumento de casos. Vamos camino a una nueva normalidad, pero hay que mirar los lugares donde la mayoría de las personas no están vacunadas o insuficientemente vacunadas, ya que es ahí donde se producen los mayores focos.

- ¿Qué nos deparará el futuro inmediato?

- Creo que para fines de 2022 vamos a estar de otra manera. Lo que quede del 2022 podremos viajar, volver a tratar de vivir lo más normal, pero no deben perder de vista que aún hay pandemias. El gobierno debe hacer testeos gratuitos. No sirve que sólo una parte de la población lo pueda hacer. Y seguramente va a haber una cuarta dosis, sobre todo para las personas vulnerables o de mayor edad. Desde abril además vamos a tener una vacuna modificada, que va a cubrir Ómicron y Delta.

- ¿Qué se hizo bien y qué se hizo mal durante todo este tiempo?

- En estos dos años hubo errores y descubrimientos. Un gran error fue no haber estado preparado para la pandemia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no tenía un programa de pandemia. Los países hicieron lo que quisieron o lo que pudieron, con manejos políticos, con una gran situación de inequidad y mala información. Sin embargo, todo esto es un gran aprendizaje. Al mismo tiempo, Ómicron fue un bumerán, fue un error creer que estaba todo terminado, y apareció Ómicron y nos tiró todo para atrás de nuevo. Los países ricos compraron millones de vacunas, y los pobres no las tuvieron. Es la politización la iniquidad a flor de piel. Espero que hayamos aprendido. Y en lo positivo, el avance de las vacunas fue impresionante. Todo lo que aprendimos nos va a servir para continuar avanzando con la ciencia.

- ¿Cómo ve la situación de Argentina?

- Argentina es un país federal, por lo que el tratamiento de estas situaciones no es uniforme. Uno de los principales escollos es que el sistema de salud no es nacional, no están conectados entre ellos. Pero hay organismos nacionales, provinciales, municipales, comunales, y todos intervienen, a veces sin seguir una misma línea. Eso es un problema. Otro tema es que la comunicación no fue buena, eso debería ser mejorado. Hoy están con un 20% de la población con tercera dosis y eso se debe acelerar. Poner el foco en la población pediátrica, con las vacunas que ya están aprobadas, como la de Pfizer. E insisto con la importancia de los test gratuitos de antígenos para ayudar a planificar. En Argentina hubo pocos testeos, lo que es inadecuado. E insisto, avanzar con la tercera dosis, incluidos los adolescentes, a los tres meses de la segunda dosis. Esto no evita los contagios, pero es más eficaz la vacuna. Hace pocos días estuve con la ministra (Carla) Vizzotti. Hablamos de todo esto, de las vacunas para niños, de los testeos, de la situación económica de la Argentina. Hay que tratar de mejorar en distintos campos y no volver a cometer los mismos errores. Los testeos son insuficientes y, al ser insuficientes, hay un falso número [de casos] que es menor de lo de lo que en realidad hay y la gente que no se hace los testeos es la que sigue contagiando.

- ¿Y qué nos falta a nosotros de lo que ya vivieron en Europa?

- El gran número de infecciones más la aceleración de la administración de las terceras dosis podría ser el principio del fin porque los casos van a bajar como bajaron en Sudáfrica, están bajando en Reino Unido y van a bajar en Argentina. Pero todo esto no sin antes producir un aumento en el número de casos, de internaciones y de fallecimientos que fue lo que se vivió acá. Con Ómicron lo que hemos visto en el Reino Unido, que es el país al que llegó luego de Sudáfrica, y en Estados Unidos es que aumentan mucho los casos. Pero a los 45 días empezaron a bajar,

- ¿Cree usted que la vacunación debería ser obligatoria?

- No. Hay que concientizar, pero sí creo que mi libertad termina donde comienza el derecho del otro. Si no estoy vacunada no puedo tener las mismas facilidades que el que sí está vacunado. El no vacunado y el vacunado deben caminar por carriles diferentes. Por eso es importantísimo el pase sanitario.

- ¿Qué sintió cuando le otorgaron el galardón?

- Lo miré a mi esposo Ernesto y pensé “mirá dónde hemos llegado”. ¿Quién lo hubiera dicho?. Es un reconocimiento a mi trayectoria, desde el 2004, y realmente fue un desarrollo increíble. Trabajo, doy conferencias, y educamos con lo que uno aprendió. Fue emocionante. Yo fui a una escuela pública, a la Universidad pública, soy una mas. Pero estoy convencida de que con educación, perseverancia y honestidad y un poquito de suerte se llega.

Destacado labor

Los estudios sobre la muerte súbita de los lactantes

Marta Cohen recibió el título de oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE, por su sigla en inglés) en reconocimiento a su trabajo sobre muerte súbita del lactante en el primer año de vida. En relación a su trabajo de investigación, la médica sostuvo que, si bien “la incidencia de muerte súbita disminuyó significativamente en las últimas tres décadas, continúa siendo la primera causa de muerte en la primera infancia”, específicamente en el primer año de vida. Según Cohen, cuando se hizo el estudio y luego la campaña de prevención en el Reino Unido, la incidencia bajó a la mitad y dijo que su idea es trabajar con Argentina y otros países de Latinoamérica.

Sobre este tema indicó que inició conversaciones con la ministra de Salud, Carla Vizzotti, con el respaldo del embajador argentino en el Reino Unido, Javier Figueroa. “Hablamos por la posibilidad de extender los estudios que realizamos aquí con respecto a la muerte súbita del lactante en Argentina. Quedamos en seguir charlando cuando yo viaje a Argentina, que no será dentro de mucho”, le dijo Cohen a LA GACETA.