“El mayor riesgo aquí no es que se fugue, sino que venga a terminar lo que empezó y me mate o lastime a mis hijos. No tengo dudas de que esas eran sus intenciones”, expresó ayer L.S, la mujer que ingresó el martes a las 13 a una clínica de 9 de Julio al 200 por una herida de arma blanca en el cuello. “Ninguna medida menor a la prisión va a alcanzar para que mi ex marido me deje en paz, constantemente sufrí sus atropellos. No respetó mi decisión de separarme ni tampoco la de divorcio y restricción de acercamiento que le dio la Justicia”, agregó la mujer, que aun no recibe el alta médica y declaró desde el sanatorio.
El juez Bernardo L’Erario, aceptando lo que le pedía la mujer, la querella y el ministerio Público Fiscal, ordenó la prisión preventiva por 90 días para el imputado “Pato”, de 46 años.
La primera audiencia del caso estuvo cargada de sorpresas. Nadie imaginaba hasta ese momento que además de haber sido apuñalada en el cuello, la víctima también habría sido atacada sexualmente por su agresor. El primer planteo preliminar fue determinar si la audiencia sería abierta al público o exclusivamente para las partes (ver detalle en destacado). La propia víctima expresó que deseaba que el caso se diera a conocer sin embargo, como marcan los protocolos, los nombres de la víctima y del acusado no se publican.
Cóctel de imputaciones
Según relató la auxiliar Natalia María Carabajal, de la Fiscalía de Violencia de Género I que está a cargo de Ignacio López Bustos, el martes a la mañana el imputado ingresó en la vivienda de su ex esposa y se escondió en el baño. La mujer habría sido sorprendida por el agresor que, portando un arma de fuego, le dijo no aceptaba que ella empezara una nueva relación con otro hombre. La mujer le pidió que se fuera, pero, según la acusación, el acusado, bajo la amenaza de hacerle seis tiros, la llevó hasta una habitación y abuso de la víctima. Ante la resistencia de su ex esposa, “Pato” le ocasionó un corte en el cuello.
Según se acusó, viendo lo ocasionado, el hombre -aún bajo amenazas- llevó a la víctima hasta la policlínica de La Reducción y luego hasta la clínica de la capital, donde la curaron. Ya se encuentra fuera de peligro pero continúa con tratamiento médico.
La Policía, siendo alertada por un caso de presunta violencia de género, se presentó en el sanatorio. “Es de público conocimiento por los diarios que cuando el acusado salía de la clínica se evadió de la Policía, no hizo caso a los efectivos que le exigían que bajara de su vehículo y por el contrario avanzó y se fue a alta velocidad incumpliendo leyes de tránsito y poniendo en riesgo la vida de los policías y de muchas personas que transitaban la zona”, detalló la auxiliar. Así sostuvo que “Pato” no se sometería al proceso si quedaba libre. Pidió la prisión preventiva por 90 días y le formuló al sospechoso la acusación múltiple de abuso sexual simple, lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, amenazas de muerte, atentado y resistencia a la autoridad. Finalmente, el juez aceptaría esa formulación provisoria y la medida coercitiva.
¿Hubo otros delitos?
Manuel Pedernera, representante de la víctima y de sus hijas (asumirá formalmente la querella en los próximos días), se adhirió a lo relatado por el Ministerio Público pero agregó que a su parecer se deberían contemplar otros dos delitos en el complejo hecho.
“De la declaración de la víctima surge que este hombre incurría en constantes desobediencias e irrumpía en la vivienda. ‘tengo dos cuchillos y un revólver con 6 balas para vos’, le dijo, y le hizo un corte en una zona vital como el cuello ¿ahí no hay una intención de quitar la vida?”, planteó.
Pedernera agregó que empuñando el arma, el acusado privó de su libertad a la víctima, primero en la casa, y luego para llevarla hasta un hospital. “Siempre tuvo la intención de matar, y sino ¿para qué empuñó un arma y dos cuchillos contra una mujer vulnerable?”, precisó.
“No sólo esas armas, que incluso una policía manifiesta que vio que llevaba un revólver, sino que además utilizó su auto como un arma, poniendo en riesgo la vida de los empleados policiales y de los peatones durante su escape”, subrayó.
Por último, discrepó en que exista un agravante de vínculo porque dijo que ya había un divorcio de por medio. Y como medidas de coerción sugirió que la preventiva fuera por seis meses para que haya tiempo de terminar todas las pericias. “Y no dudo de que el arresto posiblemente se extienda de 180 días porque faltan tomar testimonios, analizar cámaras y llamadas”, concluyó.
¿Qué dijo la defensa?
Siguiendo el consejo des su defensa, el imputado no declaró sobre el hecho.
El defensor Cristian Alejandro Hermosa, primero se refirió a la calificación legal que pedían la acusación pública y la privada. “Creo que la calificación provisoria que presenta la Fiscalía encuadra con una mirada objetiva sobre el hecho”, consideró. En consonancia, se opuso a los cargos que Pedernera solicitaba que se tuvieran en cuenta también. “No veo que lo que plantea el abogado de las víctimas esté en el testimonio de la señora. Estamos claramente ante un hecho lamentable, pero tampoco tergiversemos. Además hay una cámara que mostraría que el señor y la señora salieron juntos de su casa hacia el hospital, no se ve ninguna arma y de hecho tampoco hubo un revólver. Mi defendido se entregó junto con el auto”, dijo, y pidió medidas leves o bien que el arresto sea domiciliario.
L.S fue la última en hablar y, desde la camilla de la clínica, aseguró que su ex marido no respetaría una domiciliaria. El juez L’Erario la escuchó y ordenó que “Pato” fuera trasladado al penal.
Audiencia a puertas abiertas
La víctima y sus hijas dijeron que por más grave que fuera el delito, el caso se debía dar conocer
Lo primero que se trató en la audiencia fue el planteo preliminar que hizo la auxiliar fiscal Natalia María Carabajal, que adelantó que debería relatar un hecho que incluyó abuso sexual y que hacer público el hecho la víctima podía llegar a sentirse herida en el pudor. Por ello, sin consultar primero a la denunciante, le solicitó al juez Bernardo L’Erario que considerar desalojar la sala virtual y que sólo las partes pudieran presenciar la audiencia. El abogado de la familia, Manuel Pedernera, se opuso a esa petición. “No sólo la señora, sino que hasta las propias hijas de la víctima y del acusado quieren que el caso se dé a conocer, porque fue gravísimo. Solicito que en respeto a que las audiencias son públicas, se permita que la prensa y que el público en general pueda presenciar esto”, argumentó. La damnificada confirmó que ese era su deseo. El juez accedió y pero aclaró que para este tipo de casos, no se identifique públicamente a la víctima e imputado por sus nombres.