Parece insignificante, pero la disminución en la biodiversidad de aves y mamíferos hace que haya menos plantas. A través de la dispersión de semillas es como la flora se propaga en el mundo. Si no hay animales, no hay plantas.
Una investigación, publicada en la revista Science, demostró que la pérdida de biodiversidad de aves y mamíferos provocó una disminusión del 60% en la propagación de semillas a nivel mundial e impide a las plantas adaptarse al cambio climático.
“La extinción y la pérdida de hábitat dañan las complejas redes ecológicas. Este estudio muestra que la disminución de animales puede alterar las redes ecológicas de manera que se pone en peligro la resistencia climática de ecosistemas enteros de los que dependen las personas”, señaló Evan Fricke, primer autor del trabajo e investigador en la Universidad de Rice de Estados Unidos.
El estudio se centró en especies de plantas de fruto carnoso y en los animales que los diseminan. Lo que se demostró es que, si los animales no esparcen las semillas lo suficientemente lejos, se dificulta bastante la adaptación de las plantas al cambio climático.
“Para mantener las condiciones ambientales adecuadas en un clima cambiante, muchas especies de plantas necesitan ‘migrar’, desplazando su distribución geográfica para superar el cambio climático”, explicó Fricke al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) de España.
Los investigadores consideran que, si estas especies no logran adaptarse a los cambios de temperatura, disminuirá la biodiversidad de las plantas. Para hacer el estudio, Fricke y sus colegas reunieron datos de redes de dispersión de todo el mundo, y las compararon con mapas que muestran cómo sería la dispersión sin las extinciones causadas por el hombre. ¿El resultado? La función actual de dispersión de semillas disminuyó drásticamente con respecto a su nivel natural, por acción del hombre.
Los resultados demuestran la relación entre la crisis de biodiversidad y la crisis climática existente.