Después de los incidentes que se vivieron el miércoles pasado en el Colegio de Abogados, las aguas quedaron encrespadas en esa entidad. El vicepresidente del cuerpo salió al cruce del presidente, Rodolfo Gilli. “Mis diferencias son de gestión, no personales. No tengo nada en contra de la familia de quien me agredió, pero sigo pensando que el Colegio de Abogados no puede contratar irregularmente a nadie, menos a parientes de las circunstanciales autoridades del Colegio. Se expone a la institución a asumir las contingencias de los riesgos del trabajo, además de generar un manto de dudas sobre la administración y registración de las cuentas del Colegio”, manifestó Carlos César Casal, quien fue agredido en aquella reunión.

Casal viene siendo crítico de algunas decisiones del Colegio lo que fue cuestionado por el titular de la entidad que el vicepresidente no actúa como debería ser. Casal, en tanto, manifestó que “lamentablemente, el presidente Gilli toma como una oposición maliciosa a quienes señalamos, por las vías correspondientes, nuestras diferencias. Está priorizando un unicato, un régimen de réprobos y elegidos donde todo el que disiente es tomado como un enemigo”.

El vicepresidente de los abogados fue caracterizado por Pablo Caram como violento después de lo ocurrido el miércoles. Ante esa acusación respondió: “los que me conocen, saben bien quien es quien, nunca alentaría un acto de violencia dentro de la institución, nunca insultaría con las palabras por la cual se me acusa -Caram dijo que fue tratado como maricón y de cagón por Casal-, todo lo contrario, quienes pretenden tergiversar la verdad de los hechos, como es el caso del consejero Caram, son los que cuentan con antecedentes de idénticas conductas violentas e intimidatorias también contra integrantes del actual Consejo, detalle que la justicia debe evaluar”.

El vicepresidente de los abogados envió un comunicado a LA GACETA en el cual destacó que poco le importa su situación personal ya que considera que se debe corregir la conducta “prepotente, discriminatoria y poco seria de la actual gestión”. “¿Haberme opuesto a la realización de una fiesta por el día de los abogados, un mes después de su fecha y con los inconvenientes sanitarios reinantes, es oposición maliciosa? Ese festejo al que asistieron pocos abogados ocasionó una pérdida de más de dos millones de pesos a la Institución, por menos de cinco horas de distracción. Solo trato de proteger el patrimonio de la Institución”, aclaró.

Casal se refirió con dureza al presidente de la institución al decir que “este presidente en menos de seis meses de gestión, se enfrentó con diversas instituciones, incluso judicialmente con una institución hermana como es la Caja Previsional. Me pregunto, ¿eso es gestionar, eso es defender los intereses del colegiado? ¿Qué beneficio nos da tener protagonismo a través de contiendas o distanciamientos innecesarios?”.

“Se está buscando la forma de desplazarme del cuerpo con un sumario al que le manejan la intensidad, difamándome con mentiras por los medios y por la página de nuestro Colegio, pero estoy seguro que en todas las instancias ofreceré resistencia, con la verdad y con la libertad de expresarme”, concluyó.