Con la tranquilidad de quien llega a fin de año sin materias pendientes. Con la templanza de quien colaboró para la gobernabilidad luego de una feroz interna. Con la expectativa de que Tucumán se vea ampliamente beneficiado con Juan Manzur en la Rosada. Con la claridad de que el PJ tiene serias posibilidades de perder si se fractura para las elecciones generales. Y con el anhelo de que lo electoral se discuta a partir de 2023. “De lo que no se puede hablar en 2022 es de candidaturas y de pretensiones particulares, porque eso es lo que nos entorpece la gestión”.
Así se expresó el presidente subrogante de la Legislatura, Sergio Mansilla. A poco de cumplir 100 días con nuevas responsabilidades en la Cámara, ya que Osvaldo Jaldo quedó a cargo de la Casa de Gobierno, el legislador recibió a LA GACETA en su nuevo despacho. Distendido tras haber otorgado al Poder Ejecutivo (PE) el Presupuesto 2022 y una batería herramientas legales, repasó lo sucedido este año y lo que se viene con obras ya anunciadas por $33.000 millones.
-¿Qué balance hace de 2021?
-En lo político ha sido durísimo. El justicialismo ha tenido un protagonismo del 100% en las PASO. Después, por algunos problemas internos no solucionados, hemos hecho una elección con menos votos de los que creíamos, pero no en los cargos. Se han conseguido dos senadores y dos diputados. Creo que las expectativas son que el año que viene sea el año del despegue. Y la relación de quienes en algún momento han elegido dirimir las divergencias en la interna hoy cambió rotundamente: hay diálogo. Han entendido que primero está Tucumán y se va a aprovechar la situación política, que creo que nunca la hemos tenido en la provincia: un jefe de gabinete que hoy va a tener más protagonismo que nunca. La oposición ha dejado sin una herramienta fundamental al Ejecutivo nacional. La Constitución dice que el jefe de Gabinete puede hacer la redistribución del presupuesto. Son circunstancias en las que, a pesar de lo malo, tenemos que tratar de aprovechar para que Tucumán se beneficie lo mejor posible.
-¿Le va a hacer más útil a Tucumán que Manzur siga allá?
-Manzur no vendrá a Tucumán en 2022, estoy convencido.
-Hay un rumor de que si no se arregla con el FMI...
-Si no se arregla se tiene que seguir gobernando el país. Hoy Manzur está gobernando el país, siendo una herramienta fundamental en lo que hace a la estructura política nacional. No creo que sea condicionamiento.
-¿Cómo quedó lo de la interna?
-Cuando mejor le vaya a Manzur y a Jaldo nos va a ir bien a todos. Hay algunos que no entendieron ese mensaje. Si priorizás lo personal antes que lo partidario, creo que estás equivocado.
-Previo a la entrevista me mencionaba que no se puede hablar de política en 2022…
-De política siempre se habla. De lo que no se puede hablar es de candidaturas y de pretensiones particulares, porque eso es lo que nos entorpece la gestión. Las deberíamos discutir en su debido momento, que es 2023. Si no, estamos perdiendo el tiempo. Con Manzur allá, discutir de política sería una pérdida de recursos.
-¿Cómo hacen dos fuerzas para llegar alineadas a 2023?
-Consensuando. Dos personas son las que tienen que arreglar. Nosotros podemos estar de acuerdo o no, pero los que somos peronistas sabemos que cuando se conduce un espacio o se toman decisiones en lo más alto del espacio, los que estamos abajo tenemos que acatar.
-¿Se mantuvo esa tradición de que el que pierde acompaña?
-Hoy podríamos decir que sí. Lo importante de esto es que se peleó una interna dentro del espacio y nos posicionó en el país. Ahora, los peronistas tenemos que ser conscientes de que una fractura en una elección general nos puede hacer perder la elección. Tenemos que ser lo suficientemente inteligentes. Vamos a hacer lo imposible para tratar de encausar a los compañeros que no piensen de la misma forma.
-¿Y cómo ve la elección que hizo la oposición en las generales?
-Soy un convencido de que los números reales del oficialismo son los del 12 de septiembre. Lo del 14 de noviembre es una consecuencia de la interna. Si la oposición cree que está a 20.000 votos del oficialismo en una elección general, se equivoca.
-¿Hubo gente del PJ que jugó en contra?
-Algunos compañeros fueron a pelear muy duro y no se lo asimiló muy bien. Son situaciones que en una elección general no la tenemos porque vamos todos juntos. Ir todos juntos significa que las cabezas se unifiquen arriba para no correr el riesgo. Pero no creás que la oposición va a salir unida tampoco. Tiene problemas igual que nosotros. Y si sale unida y nosotros vamos unidos, no le tenemos miedo. Creo que fue una situación especial y que ganamos con lo justo luego de una interna durísima. Vamos a tratar de revertir la situación para que en 2023 no pasemos el susto que pasamos en esta última elección.
-Comenzó el año como legislador y lo termina casi como vice...
-Soy un legislador con un poco más de responsabilidades. El vicegobernador está ocupando el cargo de gobernador. Yo soy el presidente subrogante. Es un rol diferente. Lo tomo con mucha responsabilidad, sabiendo que va a ser fundamental que se cumplan los acuerdos.
-Hace mucho hincapié en los acuerdos. ¿Es tan frágil?
-No, pero en política se rompen tan fácilmente que nos parece raro cuando se cumplen.
-¿Qué lectura hace del rechazo del Presupuesto en Diputados?
-No conozco el tema, pero había opositores que dijeron que no se aprobaba el Presupuesto antes de que lo conozcan. Osea que hubo una idea política de dejar sin presupuesto al oficialismo. (Roberto) Sánchez es diputado nacional. Cuando le va mejor a la provincia le va mejor a Concepción, porque ellos no pueden ni pagar los sueldos con recursos propios. Y él ha votado en contra. Esa es una posición netamente política, sin ninguna razonabilidad de qué le convenga o no al país. El peronismo siempre va a encontrar una puertita. Y vamos a gobernar, cosa que nunca hicieron ellos. En cuanto les tocó una medio dura abandonaron el barco. ¿Va a ser más difícil? Sí, pero vamos a gobernar lo mismo. Estamos peleando por un acuerdo por una deuda que no adquirió el justicialismo. No es pretexto, es la realidad.