CÓMO EL CALOR AFECTA TU CUERPO

- Hacer ejercicio en climas cálidos ejerce un estrés adicional sobre el cuerpo. Si no tenés cuidado, corrés el riesgo de sufrir una enfermedad grave. Tanto el ejercicio en sí como la temperatura y la humedad del aire pueden aumentar la temperatura corporal.

- Para ayudar a enfriarse, el cuerpo envía más sangre para que circule por la piel. Esto deja menos sangre para los músculos, lo que a su vez aumenta la frecuencia cardíaca. Si la humedad también es alta, tu cuerpo enfrenta un estrés adicional porque el sudor no se evapora fácilmente y se eleva aún más la temperatura corporal.

ENFERMEDAD RELACIONADA CON EL CALOR

- En condiciones normales, la piel, los vasos sanguíneos y el nivel de transpiración se ajustan al calor. Pero estos sistemas de enfriamiento natural pueden fallar si estás expuesto a altas temperaturas y humedad durante mucho tiempo, si sudás mucho y si no tomás suficiente líquido.

A TENER CUIDADO. El mediodía es el peor momento para hacer ejercicio y se debe evitar este horario siempre.

- El resultado puede ser alguna enfermedad relacionada con el calor. Estas tienen distinta intensidad y empiezan de forma leve, pero empeoran si no se tratan. Entre ellas, se incluyen las siguientes:

- Calambres por calor: a veces llamados calambres musculares asociados con el ejercicio, son contracciones musculares dolorosas. Los músculos afectados pueden sentirse firmes al tacto. Es posible que sientas dolor muscular o espasmos. La temperatura corporal puede ser normal.

- Síncope por calor y colapso asociado con el ejercicio: es una sensación de aturdimiento o desmayo, que a menudo ocurre después de estar de pie durante un período prolongado o al ponerse de pie rápidamente después de estar sentado durante un largo rato. Puede ocurrir especialmente si dejás de correr de repente y te quedás parado después de una carrera rápida o prolongada.

- Agotamiento por calor: la temperatura del cuerpo se eleva hasta 40°C, y podés sentir náuseas, vómitos, debilidad, dolor de cabeza, desmayos, sudoración y la piel fría y húmeda. Si no se trata, puede provocar un golpe de calor.

- Golpe de calor: es una emergencia potencialmente mortal que se produce cuando la temperatura del cuerpo es superior a 40°C. La piel puede estar seca por la falta de sudor o húmeda. Podés sufrir confusión, irritabilidad, dolor de cabeza, problemas con el ritmo cardíaco, mareos, desmayos, náuseas, vómitos, problemas visuales y cansancio extremo. Necesitás atención médica inmediata para evitar un daño cerebral, una insuficiencia orgánica e incluso la muerte.

PRESTÁ ATENCIÓN A LAS SEÑALES DE ADVERTENCIA

- Si ignorás estos síntomas, tu estado puede empeorar y provocar una urgencia médica:

- Calambres musculares

- Náuseas o vómitos

- Debilidad

- Fatiga

- Dolor de cabeza

- Hiperhidrosis

- Mareos o aturdimiento

- Desorientación

- Irritabilidad

- Presión arterial baja

- Aumento de la frecuencia cardíaca

-Problemas de visión

- Si presentás alguno de estos síntomas, debés bajar la temperatura corporal e hidratarte de inmediato. Dejá de hacer ejercicio inmediatamente y salí del calor. Si es posible, pedile a alguien que se quede con vos para que te ayude a controlar tu estado.

HIDRATARSE. Hay que tomar agua o alguna bebida aún sin sentir sed.

- Medir la temperatura corporal con un termómetro rectal es esencial para determinar con precisión el grado de daño por el calor. Un termómetro oral, de oído o para la frente no proporciona una lectura precisa de la temperatura para este propósito. En el caso de un golpe de calor, debido a la confusión y los cambios en el estado mental, no podrás cuidar de vos mismo y necesitarás atención médica de emergencia. La forma más eficaz de enfriamiento rápido es sumergir el cuerpo en una bañera de agua fría o helada.

- En el caso de agotamiento por calor, sacate la ropa extra o el equipo deportivo. Asegurate de estar rodeado de personas que puedan ayudarte. Si es posible, abanicate o mojate el cuerpo con agua fría.

BAÑO FRÍO. Si sufrís un golpe de calor, hay que bajar la temperatura.

- Podés colocarte toallas frías y húmedas o compresas de hielo en el cuello, la frente y las axilas; rociarte con agua de una manguera o la ducha; o sentarte en una bañera llena de agua fría. Tomá líquidos como agua o una bebida deportiva. Si no te sentís mejor después de unos 20 minutos, buscá atención médica de emergencia.

CUÁNDO CONSULTAR AL MÉDICO

- Si tenés signos de insolación, necesitarás ayuda médica inmediata. Si tu temperatura central es inferior a 40°C, pero no baja rápidamente, también necesitarás atención médica urgente. En algunos casos, es posible que necesites líquidos a través de sondas intravenosas si no podés beber líquidos o no podés beberlos en cantidad suficiente como para tu recuperación.

- Conseguí la autorización de tu médico antes de volver a hacer ejercicio si has tenido una insolación. Es probable que el profesional te recomiende que esperés para volver a hacer ejercicio o deportes hasta que no tengás síntomas. Si has tenido una insolación, es posible que necesités muchas semanas antes de poder hacer ejercicio a un nivel alto.

CÓMO EVITAR LAS ENFERMEDADES PROVOCADAS POR EL CALOR

- Cuando hagás ejercicio en un clima caluroso, tené presentes las siguientes precauciones:

- Tené cuidado con la temperatura. Prestá atención al pronóstico del tiempo. Averiguá qué temperatura se espera durante el tiempo que pensás dedicarle a tu actividad al aire libre.

- Si acostumbrás ejercitarte en lugares cerrados o en climas más frescos, cuando te ejercités a temperaturas más elevadas, empezá despacio. Puede llevarte por lo menos una o dos semanas adaptarte al calor. A medida que tu organismo se adapte al calor con el tiempo, aumentá progresivamente la duración y la intensidad de tus ejercicios.

- Conocé tu estado físico. Si no estás en buena condición física o te ejercitás por primera vez, tomá precauciones adicionales. Tu organismo podría tener una menor tolerancia al calor. Reducí la intensidad de tu ejercitación y tomá descansos frecuentes.

- Tomá mucho líquido. La deshidratación es un factor clave en las enfermedades causadas por el calor. Ayuda a tu organismo a sudar y a enfriarse manteniéndote bien hidratado con agua. No esperés a sentir sed.

- Si tenés planes de ejercitarte intensamente, tal vez sea más conveniente una bebida para deportistas en vez de agua. Esas bebidas pueden reponer el sodio, el cloruro y el potasio que perdés a través de la sudoración. Evitá las bebidas alcohólicas porque, en realidad, favorecen la pérdida de líquido.

- Usá ropa adecuada, que sea liviana y suelta porque favorece la evaporación del sudor y te mantiene más fresco. Evitá los colores oscuros, que absorben el calor.

ROPA ADECUADA. Tu vestimenta debe ser suelta y de colores claros.

- Evitá el sol del mediodía. Ejercitate a la mañana o a la noche, cuando es probable que el clima al aire libre esté más fresco. De ser posible, hacelo a la sombra o dentro de una piscina.

- Usá protector solar. Las quemaduras causadas por el sol disminuyen la capacidad de tu organismo de enfriarse a sí mismo y aumentan el riesgo de cáncer de piel.

PROTECTOR SOLAR. Una quemadura afecta la posibilidad de refrescarse.

- Tené un plan de respaldo. Si te preocupa el calor o la humedad, quédate en un lugar cerrado. Ejercítate en el gimnasio o da vueltas por el shopping, que tiene aire acondicionado.