Sólo después de que se resolviera su situación procesal y se ordenara su traslado a un destacamento penitenciario, Pedro Antonio “La Chuña” Brito, el acusado de haber asaltado un drugstore de Santiago al 600, rompió el silencio. Lo hizo para quejarse de la resolución y para pedir garantías.

“Me opongo al traslado al penal Villa Urquiza, señor juez. Yo denuncié a muchos guardiacárceles por abuso de autoridad y por violación a los Derechos Humanos. Hasta pedí que me mandaran a la Unidad 9 de máxima seguridad para poder estar más seguro, porque había oficiales que me querían mandar a matar con otros presos”, enfatizó el acusado de 45 años, que fue imputado por dos robos agravados cometidos en los últimos 35 días.

El juez Facundo Maggio, que entendió en el caso y resolvió darle cuatro meses de prisión preventiva a Brito, le explicó que el servicio penitenciario se encargaría de ubicarlo en donde haya cupos.

“No tengo miedo de ir a Villa Urquiza, pero usted se hace cargo de garantizar mi integridad física, señor juez”, retrucó “La Chuña”, que a pesar de sus múltiples antecedentes penales, no quedó conforme con la nueva detención. Pidió que apartaran a su defensor y adelantó que impugnaría lo resuelto por Maggio.

Acusado por dos atracos

Gerónimo Cano, auxiliar de la Fiscalía de Robos y Hurtos I, que encabeza Diego López Ávla, explicó que según la hipótesis que manejan, Brito atacó primero el 15 de noviembre en una casa de electrónica de 25 de Mayo al 400, en el microcentro. Allí irrumpió apuntándole con una pistola, que estaba envuelta en una bolsa, a dos chicas que atendían el comercio.

De ese lugar partió con una mochila que contenía aproximadamente $ 10.000, dos celulares y los documentos de las víctimas. Las cámaras de seguridad del local registraron el hecho.

En ese momento la Policía averiguó que “La Chuña” estaba detrás de ese robo y comenzó a buscarlo en los domicilios que el sospechoso frecuentaba, pero no lo hallaron.

Un mes después, el 15 de diciembre (jueves pasado), según sostiene la Fiscalía, fue Brito quien a las 16 irrumpió violentamente en un drugstore de Santiago al 600. Hizo pasar a la dueña del local y a dos empleadas al fondo y tomó todo el dinero de la caja registradora. “Luego les pidió todas sus pertenencias a las víctimas al grito de ‘¡no te hagás matar por algo material!’. Mientras amenazaba, le pegó en el rostro a una de las empleadas con la culata del arma. Al final se llevó cerca de $ 30.000 y varias cajas de cigarrillos”, detalló Cano. “La joven herida fue asistida en el hospital Padilla donde debieron suturarle el pómulo”, complementó. Ese hecho también quedó grabado, en este caso por las cámaras del quiosco.

Siguiendo las pistas que dejó en el camino, el personal policial, a cargo de los comisarios Miguel Carabajal y Daniel Cuellar, llegó hasta una vivienda de pasaje O’Higgins al 2.500, en el sur de la capital. Allí descubrieron que “La Chuña” había alquilado una habitación -aparentemente- para esconderse un tiempo. En el lugar secuestraron un arma similar a la que se usó en los asaltos, los documentos que lo implicarían con el primer robo y la gorra y otras vestimentas que habría usado para asaltar el quiosco. Esas son algunas de las pruebas que mencionó el auxiliar fiscal.

Cano, que lo acusó formalmente por el delito de robo agravado, no olvidó enumerar los múltiples antecedentes que tenía “La Chuña” por otros hechos similares.

“En una ejecución de sentencia se le acumularon las causas para arribar a una condena de 25 años. Cumplió la pena y había recuperado la libertad el 1 de septiembre de 2019. Tiene en total 20 procesos iniciados, la mayoría por robo agravado”, dijo el acusador.

En ese sentido, solicitó la prisión preventiva por el plazo de seis meses. El defensor oficial, Lucas Taboada, sólo cuestionó que el plazo era excesivo y, por pedido de su defendido, pidió que se contemple la posibilidad de que “La Chuña” cumpla con la preventiva en la seccional 2ª o 4ª para que sus familiares no tengan que hacer recorridos largos para ir a verlo o llevarle comida o medicación.

Maggio, haciendo una valoración de todo lo expuesto, consideró que en cuatro meses la investigación ya podría contar con avances para que se debatiera una posible prórroga de la medida, y dio lugar al arresto por 120 días.

Rueda de reconocimiento

Más allá del amplio material probatorio ofrecido, una de las pruebas clave para todas las partes será la realización de una rueda de reconocimiento. Al menos dos de las víctimas manifestaron que estarían en condiciones de reconocer al hombre que las asaltó. Por ello, y guardando los recaudos, Maggio tomó dos medidas al inicio de la audiencia. La primera fue pedirles a los damnificados que no presenciaran la audiencia de ayer, puesto que eso entorpecería la realización de esa medida clave.

La segunda fue la de solicitarles a los medios presentes que no expongan hasta la realización de esa medida el rostro del imputado. Motivo por el que esa imagen se preserva.