El 23 de septiembre Roberto Carlos Rejas fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de Milagros Avellaneda y por el crimen de Benicio, hijo que tenían en común. A cuatro días de la sentencia, Rejas escapó y permaneció prófugo hasta el 14 de octubre, día en que una comisión policial lo localizó en un camping del dique Cabra Corral, de Salta. Una persona había informado a las autoridades tras reconocerlo.
En medio de la incertidumbre por la fuga, el gobernador Osvaldo Jaldo ofreció una recompensa de $ 2 millones para quien brindara información precisa sobre el paradero del prófugo. La semana pasada, el informante fue recibido por el ministro de Seguridad Eugenio Agüero Gamboa que hizo efectivo el pago de la recompensa. “Me siento muy bien, porque más allá de la recompensa uno debe pensar que en este país todos tenemos que tener justicia. Debemos tener empatía y pensar en el dolor de esa madre y de su familia y saber que nadie está exento de esto”, indicó el informante, cuya identidad se preserva por su seguridad. “Si queremos un país serio hay que tener valores necesarios y ser buenas personas. La recompensa es relativa, uno piensa en lo aberrante de los actos de este hombre e inmediatamente en qué podría pasarnos a nosotros. Por eso, se trata de hacer lo que nos corresponde como ciudadanos, exista o no una recompensa. Si queremos un buen país, todos debemos colaborar con la justicia”, agregó.