La pelea por el manejo de la capital tucumana ha crecido con el paso de las horas, tras las elecciones legislativas que marcaron la derrota del Frente de Todos (FdT) en el país. El intendente de la capital, Germán Alfaro, volvió a señalar un pacto entre el manzurismo y el bussismo para "quedarse" con la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.
El senador electo por Juntos por el Cambio (JxC) anunció su renuncia a la banca en la Cámara Alta, basándose en la exclusión del alfarismo de la mesa de conducción del Concejo Deliberante. El líder del Partido por la Justicia Social (PJS) afirmó que se trataba de “un golpe institucional”. “Bussi vuelve a jugar su papel de sicario en un acto totalmente ilegal, inmoral, antidemocrático e hipócrita”, apuntó.
“Es ilegal porque rompe la tradición ‘el que gana conduce’. Es inmoral porque no condice con la regla del derecho natural, que establece más obligaciones al derrotado y no más derechos. Es antidemocrático porque no se respeta el principio de la mayoría, con hechos autocráticos, unilaterales y golpes institucionales. Y, por último, es hipócrita: mientras el Gobierno nacional convoca a un diálogo, al acuerdo y al consenso, aquí se sigue con los acuerdos espurios y trasnochados”, expresó.
Y prosiguió: “No escucharon las urnas. La sociedad está pidiendo un cambio para vivir de otra forma, pero en Tucumán el oficialismo ofrece más de lo mismo, seguir bajo las mismas condiciones y reglas de juego”.
Alfaro cuestionó particularmente a Fernando Juri, reelecto presidente del Concejo Deliberante durante una sesión convocada para el día después de los sufragios. “Esta sesión estaba convocada para el martes, según me decían. Yo le planteaba que era apresurado: ¿Por qué tanto apuro si se podía hacer el jueves o viernes?”, señaló. Agregó que “no había tenido contacto con Juri”.
Al renunciar como senador electo, Alfaro dejó la banca para la diputada nacional Beatriz Ávila. "Ella participará y formará parte del bloque Juntos por el Cambio", enfatizó.