La espera es cada vez más prolongada. La lista de unidades 0 KM a entregar sigue incrementándose, mientras las concesionarias proyectan que este año cerrará con unas 70.000 unidades patentadas menos que la prevista originalmente (450.000 vehículos en todo el país). Los potenciales compradores de rodados nuevos pierden la paciencia porque de aguardar entre 60 y 90 días, ahora en muchos casos la espera es indeterminada. Se fabrican menos autos y llegan menos desde el exterior.
"Seguimos con locales casi vacíos por la falta de unidades para ofrecer por un escasa liberación local de los autos importados, que sumada a la crisis global de los microchips, generaron un combo difícil de superar. Seguimos pidiendo un esfuerzo adicional para liberar vehículos hacia un sector como el nuestro que tiene saldo de su balanza comercial con Brasil neutro. Con suerte podremos completar el año en 380.000 unidades cuando recordemos que en el primer trimestre teníamos proyecciones de 450.000 patentamientos y luego pasamos a 420.000 hasta que nos quedamos con un flujo insuficiente de unidades para comercializar", reconoció con preocupación Ricardo Salomé, presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).
La pandemia de la Covid-19 ha obligado a una reconversión del mercado automotor mundial, que está viviendo un momento de transición y de reconversión de unidades con motores de combustión interna a eléctricos o a hidrógeno, una tendencia global aún incipiente en la Argentina. Además, las grandes terminales mundiales están mudando sus lugares de producción, de acuerdo con la conveniencia de sus costos. En lo que hace al impacto local, el sector padece los problemas de administración del comercio exterior, con una modificación de las rutas marítimas y costos de fletes que tornan dificultosa la llegada de barcos con autos importados. A su vez, las terminales tienen problemas para conseguir insumos como chips, semiconductores o magnesio, esencial para la aleación de chapas. Así, una de las consecuencias directas de esta situación es que las concesionarias no consiguen unidades nuevas, no pueden stockear, como tampoco cerrar precios por la indefinición de fecha de entrega de los 0KM.
Esta escasez de vehículos 0 KM ha potenciado el mercado de los usados, pero a la vez ha llevado a una distorsión de precios que, en algunos casos, un auto usado puede llegar a costar lo mismo que un 0KM por efecto de la demanda, admite a LA GACETA Alejandro Lamas, secretario de la Cámara del Comercio Automotor. Es el caso de los Sport Utility Vehicle (SUV, por sus siglas en inglés), que no son más que los vehículos utilitarios deportivos. ¿Cuáles son los modelos más requeridos? Según Lamas, la renovación de unidades se da más en aquellos vehículos que van desde 2016 hasta 2019, de acuerdo con la cantidad de kilómetros recorridos y, estructuralmente, con un casco sin golpes. Otro factor determinante para adquirir un usado es el estado de las cubiertas porque hoy también hay escasez de neumáticos en el país.
En la Argentina el parque automotor tiene un promedio de 12 años de antigüedad. No está tan lejos del promedio global y se encuentra cuatro años por encima del promedio de los países más desarrollados.
Según el presidente de la Cámara Argentina del Automotor, Alberto Príncipe, más allá de los vaivenes del mercado, "la demanda sigue firme, pese al cada vez más alarmante desabastecimiento de vehículos usados en las 12.000 agencias de todo el país”. “Si la tendencia se mantiene, no cabe duda que el ingreso de autos jóvenes al mercado en 2022 va a ser exiguo de acuerdo a la demanda existente, por lo tanto el sector caería a niveles del comienzo de la pandemia", avizora. Según el ejecutivo, según el contexto económico en que se viva, entre 2 millones o 2,2 millones de personas de Argentina compra un auto 0km o un usado todos los años. "En su gran mayoría este último”, remarca.
Los problemas de disponibilidad de unidades OKM continuarán. Por esa razón, el mercado del usado seguirá expandiéndose. Naum Alperovich, concesionario tucumano, observa que los precios se rigen de acuerdo con la oferta y la demanda, pero no cree que haya tanta distorsión por el faltante de vehículos. "Hay pocos compradores, mientras los empresarios intentamos sobrevivir en un escenario bastante complicado", puntualiza en una charla con nuestro diario. La profundidad del problema es tal que, en la Argentina, los autos patentados pasaron de los 900.000 coches registrados en 2013 y 2014 a las 350.000 unidades que se proyectan para este año. "La situación es afligente para todos. Antes vos necesitabas 12 sueldos para acceder a un vehículo nuevo; ahora tenés que contar con cerca de 50 salarios para adquirirlo. Todos estamos mal. Al empresario se le achaca que aumenta los precios, pero en la realidad vos podes vender 10 autos y logras reponer sólo cinco y con un precio más elevado. Creo que, más allá de todo, hay que ser optimista y seguir apostando por el país", señala Alperovich.