En plena definición por el ascenso, Ricardo Caruso Lombardi hizo muchísimo ruido en las últimas horas con declaraciones explosivas. El ex entrenador de San Martín fue contra todos, aunque tuvo un destinatario principal por encima del resto: el presidente de la AFA, Claudio Tapia, con quien está públicamente enemistado desde hace tiempo. Además, se refirió al "Santo", Quilmes, Tigre, Almirante Brown y, lógicamente, apuntó los cañones a Barracas Central.
“Con Quilmes no quiere jugar porque está Aníbal (Fernández); con Tigre no quiere Jugar porque está (Sergio) Massa; con San Martín de Tucumán, con los quilombos que hubo y ahora que está (Juan) Manzur, tampoco", se expresó el DT -actualmente sin ejercer-.
Y agregó: "¿Quién le queda aliado de él? Almirante Brown, que en un año y medio está por jugar Champion League, igual que Barracas, están juntos, son amigos. ¿A quién puede dormir seguro? Al amigo, porque a los otros no los va a poder dormir".
"Ahora Barracas juega con San Martín de San Juan, el socio de Tapia que lo arrimó a Uñac para que juegue la Selección en San Juan es Miadosqui ¿Que Miadosqui le va quitar el campeonato a Barracas? Ni de casualidad", declaró Caruso.
Caruso explotó contra Tapia
"Después Barracas juega con Dálmine, el que maneja Dálmine va cada quince días a la Conmebol y se trae dos o tres lucas verdes por ver los partidos. Barracas Central está en la final y Tapia quiere que sea Barracas contra Almirante. Lo va a trata de ayudar Almirante porque no es lo mimos jugar contra los otros tres que son pesos pesados de la política y que además tienen mejores equipos", expresó Caruso Lombardi.
"Cuando Barracas tiene partido difíciles lo ponen a Dóvalo que tiene un timing bárbaro para dirigir, fueron a Rafaela y ganaron, a Madryn y ganaron, con Ferro le dieron un penal irrisorio como no lo hicieron, le dieron un tiro libre", analizó.
"A mí me llaman todos los técnicos, saben que los van a cagar, y no hablan porque tiene miedo porque saben que si hablan no dirigen más. Hace un mes y medio los reunieron a todos los dirigentes, les hicieron dejar el celular en la puerta y les dijeron: ‘Muchachos, de los árbitros no hablen, el que habla queda afuera del sistema", sentenció Caruso Lombardi.