River tiene un karma. El nombre de Ricardo Zielinski le crispa los pelos a cualquier fanático. Es ese entrenador el que le dejó al “Millonario” la marca más negra de su historia y el mismo que le quitó la última chance de consagrarse en un torneo doméstico, entregándole en bandeja el título al rival de toda la vida.
Anoche, en el Uno de La Plata, River no se fue al descenso ni rifó sus chances en la Liga Profesional, pero fue frenado en seco por Estudiantes que lo tuvo contra las cuerdas y que no lo venció por el enorme desempeño que tuvo Franco Armani, el mejor arquero (lejos) que tiene el fútbol argentino.
Es cierto que el “Millonario” estuvo en ventaja (Robert Rojas le dio de beber de su propia medicina al “Pincha”). En la última jugada del primer tiempo, acertó un pleno en una pelota parada y River se fue al descanso 1-0 arriba.
Pero cuando parecía que el “Millonario” sumaba su novena victoria consecutiva en lo que va del campeonato y comenzaba a definir una Liga en la que parece no tener rivales; otra vez apareció el karma que, a esta altura parece no tener solución.
El “Ruso” acomodó los tantos en el entretiempo y su equipo salió a “comerle” la yugular a la visita. Leandro Díaz, otro que en River no pueden ni ver (jugando para Lanús le convirtió el gol que los mandó a jugar la Promoción contra Belgrano) puso el 1 a 1 tras una serie de pifias y una gran habilitación de Gonzalo Del Prete.
Fiel a su estilo, el Estudiantes de Zielinski le entregó la pelota a su rival y apostó a lo que mejor sabe hacer: contragolpe, juego directo y a otra cosa.
Aún así, tuvo todo para ganar. Armani les ahogó el grito de gol en siete situaciones claras. “No es fácil arrancar perdiendo con River, pero lo levantamos, empatamos y estuvimos cerca de ganarlo. Que su arquero haya sido figura, exime cualquier tipo de comentario”, sentenció Zielisnki en rueda de prensa luego del empate contra el “Millonario”.
Esta vez Zielinski volvió a dejar con un sabor amargo a River. Cuando Marcelo Gallardo se frotaba las manos, soñando con igualar el récord de nueve triunfos consecutivos que ostenta Ángel Labruna, aportó para que la causa no prosperaba.
En la cancha del “Pincha” River no logró dar un paso más en su carrera por volver a festejar un título local luego de muchísimo tiempo. Sin embargo, la ventaja con respecto a los perseguidores es amplia y da la sensación que no tendrá problemas en resolver su cometido.
Pero ayer, una vez más el “karma Ruso” apareció en escena y evitó que ese tren llamado River siguiera llevándose por delante todo lo que se le pone enfrente.