Uno de los objetivos principales de la delegación argentina en Roma, Italia, se cumplió. Tras la reunión de los países del G20, el cuerpo resolvió apoyar la revisión de los sobrecargos (intereses) que cobra el Fondo Monetario Internacional (FMI) a las naciones endeudadas. El G20 incluyó la propuesta del presidente, Alberto Fernández, sobre la posición Argentina en las negociaciones por la deuda que por U$S 45.000 millones contrajo el anterior gobierno de Mauricio Macri.

Los líderes del G20 concluyeron la cumbre de Roma con una declaración a favor del multilateralismo como piedra angular en la lucha contra el cambio climático, la recuperación económica, y la consolidación de la campaña de vacunación mundial contra la pandemia.

Arranca el documento del G20 subrayando “el papel fundamental del multilateralismo en la búsqueda de soluciones compartidas y eficaces” y se acuerda por ello “fortalecer aún más la respuesta común a la pandemia y allanar el camino para una recuperación mundial, prestando especial atención a las necesidades de los más vulnerables”.

En cuanto atañe a la Argentina y su deuda, otra parte del documento menciona lo que vienen reclamando las autoridades nacionales. “También pedimos al FMI que establezca un nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (RST, por sus siglas en inglés) -en línea con su mandato- para proporcionar financiación asequible a largo plazo para ayudar a los países de bajos ingresos, incluidos los del continente africano, los pequeños estados insulares en desarrollo y los países vulnerables de ingresos medios a reducir los riesgos para la estabilidad de la balanza de pagos en perspectiva, incluidos los derivados de las pandemias y el cambio climático”.

Agrega que “el nuevo fondo preservará las características de los activos de reserva de los Derechos Especiales de Giro (DEG) canalizados a través del Fideicomiso”, y apunta que “nuestros ministros de Finanzas esperan seguir examinando la política de recargos en el directorio del FMI en el contexto de la revisión provisional de los saldos precautorios”, se afirma en el escrito.

Deudas y finanzas

En uno de los puntos abordados, el G20 precisa: “acogemos con satisfacción los progresos realizados en el marco de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI por sus siglas en inglés) del G20, que también ha sido acordada por el Club de París”.

“Subrayamos la importancia de que los acreedores privados y otros acreedores bilaterales oficiales ofrezcan un tratamiento de la deuda en condiciones al menos igual de favorables, de acuerdo con el principio de comparabilidad de trato”, puntualiza el escrito.

Respecto de lo que sería la arquitectura financiera internacional, los integrantes del G20 reiteraron su compromiso “con el fortalecimiento de la resiliencia financiera a largo plazo y el apoyo al crecimiento inclusivo, mediante la promoción de flujos de capital sostenibles, el desarrollo de los mercados de capital en moneda local y el mantenimiento de una red de seguridad financiera global fuerte y eficaz, cuyo centro sea un FMI fuerte, basado en cuotas y con recursos adecuados”.

Y resalta en el documento final de la cumbre: “seguimos comprometidos con la revisión de la adecuación de las cuotas del FMI y continuaremos el proceso de reforma de la gobernanza del FMI en el marco de la 16ª Revisión General de Cuotas, incluyendo una nueva fórmula de cuotas como guía, antes del 15 de diciembre de 2023”.

Reunión y posiciones

Cabe recordar que el sábado pasado se reunieron el presidente Fernández con la gerenta del FMI, Kristalina Georgieva, donde si bien no hubo grandes avances, se dejó en claro que la intención de un arreglo está presente pero que no será fácil ni inmediato.

“Fue un buen encuentro”, precisó el mandatario nacional, coincidiendo con las declaraciones de la titular del Fondo. “Tuvimos una buena reunión con el Presidente. Hemos conversado sobre la situación económica en Argentina. Se reunieron nuestros equipos económicos para lograr un progreso en nuestra relación”., apuntó Georgieva.

Si bien el Presidente argentino venía mostrándose dialoguista y dispuesto a rearmar algunas líneas del rumbo económico del país, en esta ocasión fue más firme para sostener su propuesta y hasta sonó como un posicionamiento irreductible en la negociación. “Fue un buen encuentro para avanzar en negociaciones que nos permitan salir del lugar social y económicamente insostenible en donde nos dejó el Gobierno que me precedió”, indicó. “Negociar con firmeza es recuperar soberanía”, fue el comentario que lanzó a través de su cuenta de Twitter.

Señales

Otra señal -además del documento final de G20- que indica que la negociación con el FMI puede tener un gran avance, fue el breve encuentro del presidente Fernández con su par de EEUU, Joe Biden, en el marco de la cumbre en Roma. Es que Estados Unidos tiene una importante ingerencia en el directorio del Fondo, de manera que sería relevante para la Argentina contar con el apoyo de la Casa Blanca.

Luego de ese encuentro, el embajador argentino Jorge Argüello confirmó que se está avanzando en la posibilidad para que en los próximos meses se concrete encuentro entre ambos mandatarios. También aclaró que no habría que descartar una reunión entre la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par estadounidense Kamala Harris.

En cuanto a los detalles de la negociación del sábado, que duró una hora y media, el Gobierno argentino pidió reducir los sobrecargos, un largo plazo de pago y, si es posible, también una quita de capital en el pago. El FMI, en tanto, contestó que hay pocas posibilidades de reducir los porcentajes de sobrecargo y que para tener un plazo largo de refinanciación, se necesita un crédito de facilidades extendidas. A propósito de ese crédito, el Fondo lo concede si hay un programa de largo aliento económico y las actuales medidas en el plano nacional no acompañan.