Nos es difícil imaginar una reunión sin comida; comer cosas ricas para celebrar es todo un clásico.
Y lo cierto es que el Día de Muertos puede ser una fiesta, para celebrar la vida de quienes nos dieron la nuestra.
En algunas partes de España se preparan cosas ricas especialmente para celebrar a los santos y a los fieles difuntos.
Jaime Radusky es tucumano y cheff, en Mallorca. “Es una tradición, tanto en las Baleares como en Cataluña y en Valencia (que comparten raíces culturales) preparar panellets, un dulce relacionado con antiguos cultos funerarios”, cuenta, y agrega: “los más tradicionales son una base de mazapán cubierta de piñones”.
“Aquí en Palma son increíbles los de la Pastisseria Real (Ig @patisseria_real), de la familia Gelabert, de gran tradición panadera. Son expertos, y les pedí que los describieran para LA GACETA -añade-. María del Carmen me dijo: ‘la base de mazapán se hace sólo con claras de huevo, azúcar y almendra seca, pelada y granulada’”. “Una vez conseguida la masa, se le pueden agregar diferentes ingredientes y se consiguen así otro sabores que han alcanzado gran popularidad, como los de coco, avellanas, naranja, café o fresa” añade María del Carmen en su mensaje. Te proponemos, entonces, este par de ideas para que celebrar la vida.
Panellets
Para hacer el mazapán básico, batir dos yemas y mezclarlas con 250 g de azúcar y 350 g de almendras molidas. Trabajar bien la masa sobre la mesada hasta que esté todo bien mezclado. Cubrir la masa con papel film y dejarla reposar en la heladera durante al menos seis horas. Para hacer los panellets clásicos, deberías hacer bolitas y rebozarlas con piñones; pero por cuestiones de precio, te recomendamos usar almendras laminadas o en bastoncitos en su lugar, y pintar con huevo batido. Si elegís saborizarlos, dividir la masa en tantas partes como variedades quieras. Luego podés añadir -por ejemplo- a una parte, una cucharada de cacao amargo en polvo y a otra, una de coco rallado. Cocinar en horno precalentado a 180ºC unos 15 minutos (vigilar que las almendras no se tuesten demasiado). Dejar enfriar completamente y guardar en recipiente cerrado uno o dos días: ganan mucho en sabor y consistencia.
Huesos de santo
Espolvorear azúcar impalpable en la mesada y extendemos el mazapán de la receta básica con un palote hasta que tenga unos 3 milímetros de grosor. Con una brocheta marcar las líneas típicas de los huesos y cortar rectángulos 5 x 6 cm. Enrollar cada uno en el palo de una cuchara de madera, dale la forma de cilindro, colocar de pie en una bandeja y dejar secar unas cuatro horas. Mientras tanto, preparar la crema de yema (aprovechar las que quedaron), con las que se los rellenará: batir bien espumosas 4 yemas, y preparar un almíbar con 100 g de azúcar y 50 g de agua. Integrar ambos batiendo enérgicamente para que no se cuajen las yemas. Una vez secos los huesos, rellenar con la crema usando una manga con boquilla estrecha. Si se desea, se puede preparar una mezcla de azúcar impalpable y agua, y bañar los huesitos en ella, darlos vuelta con dos cucharitas y dejarlos escurrir en una rejilla hasta que se sequen.