La imagen de dos madres unidas por el dolor fue conmovedora. Mariela Tacacho y Amalia Ojeda se estrecharon en un abrazo durante la marcha con la que esta tarde se conmemoraron los cinco años de la desaparición de Milagros Avellaneda y su hijo Benicio Coronel.

Familiares, amigos y organizaciones feministas acompañaron con antorchas a Ojeda en la movilización, que partió de la casa de la mujer, ubicada en el barrio Lola Mora, y finalizó en la plaza Independencia.

QUIEREN SABER DÓNDE ESTÁN. A cinco años de la desaparición de Milagros y Benicio no hay un solo rastro. FOTO LA GACETA/DIEGO ARÁOZ

Si bien en este caso hay un condenado a prisión perpetua (Roberto Carlos Rejas), porque la Justicia consideró que se trató de un doble crimen, los cuerpos jamás aparecieron y es eso lo que reclama la madre y abuela de las víctimas.

Paralelamente, y como el sábado se cumplirá un año del asesinato de la docente de Inglés Paola Tacacho, su madre se encuentra en Tucumán y decidió acompañar a la familia de Milagros en la marcha.

FOTO LA GACETA/DIEGO ARÁOZ