Se estima que, en la Argentina entre el 2% y el 3% de la población vive con psoriasis, una enfermedad crónica e inflamatoria que se manifiesta fundamentalmente en la piel en forma de placas y escamas blancas y rojas localizadas con mayor frecuencia en codos, rodillas, tronco y cuero cabelludo. Compromete al sistema inmune e impacta en múltiples áreas del organismo. Puede aparecer tanto en hombres como en mujeres y presentarse a cualquier edad, tanto en lactantes, niños como en adultos.

Bajo el lema “unidos”, hoy se conmemora el “Día mundial de la psoriasis”, una fecha que busca dar voz a las personas que viven con la enfermedad.

La psoriasis tiene un impacto directo con la calidad de la vida de las personas que la padecen, considera la doctora Beatriz Gómez, médica dermatóloga y miembro del servicio de dermatología del Hospital Avellaneda.

“El impacto suele ser psico-afectivo, ya que se trata de una enfermedad estigmatizante. Los pacientes se aíslan en actividades laborales y sociales” expresó.

Las lesiones pueden localizarse en lugares visibles de la piel, doler, arder, lastimarse y picar mucho. Pero también pueden presentarse en zonas que no se ven tanto, como son el cuero cabelludo, la zona genital, las palmas de las manos y las plantas de los pies. Esto dificulta muchas veces el desarrollo de las actividades cotidianas de las personas que padecen psoriasis. En niños y adolescentes la situación suele agravarse porque se sienten observados y avergonzados.

Detección precoz

El diagnóstico a tiempo, un tratamiento temprano y su correcto cumplimiento, permiten evitar serias complicaciones o manejarlas mejor cuando se presentan.

Según Gómez, en la actualidad el control de la enfermedad es posible porque, si bien no existe una cura, los tratamientos han evolucionado notablemente permitiendo a los pacientes una mejor calidad de vida y el camino hacia la remisión. En este punto, los especialistas afirman que es fundamental la adherencia y constancia ya que, si las terapias no se realizan de forma correcta, no se obtienen los resultados esperados. También advierten acerca de la importancia de un enfoque multidisciplinario de la enfermedad.

“La importancia del diagnóstico temprano es la básicamente la prevención de lo que llamamos comorbilidades o enfermedades asociadas, como la artritis psoriásica o el daño cardiovascular, que impactan sobre la calidad de vida de los pacientes”, agregó. Se estima que tres de cada 10 personas con psoriasis puede desarrollar además artritis psoriásica y aquellas con una condición severa tienen además más probabilidades de tener un evento cardíaco mayor, de desarrollar diabetes tipo 2 y más probabilidades de tener un accidente cerebrovascular.

Una cuestión que los especialistas todavía deben recalcar es que la psoriasis no es una enfermedad contagiosa. Que las placas en la piel estén a la vista, en ocasiones pueden generar rechazo o temor. Muchas personas aún la consideran como una patología menor o cosmética, que solo afecta la piel, ignorando la realidad de su alcance y subestimando su gravedad e impacto en todo el cuerpo, desde las articulaciones hasta el corazón, e incluyendo la salud mental.

Las relaciones familiares, laborales y sociales pueden verse afectadas y el paciente también puede manifestar síntomas depresivos.

Los médicos insisten en que los pacientes no deben suspender los controles ni los tratamientos. En enfermedades como la psoriasis, llevar adelante un control periódico es fundamental.

Síntomas

Los signos y síntomas más comunes de la psoriasis son estos: parches de piel rojiza cubiertos de escamas gruesas y plateadas, pequeños puntos escamados (comúnmente vistos en niños), piel seca y agrietada que puede sangrar o picar, uñas engrosadas o acanaladas, articulaciones inflamadas y rígidas, picazón, ardor o irritación.

Las manchas de psoriasis pueden ir desde unos pocos puntos de escamas similares a la caspa hasta erupciones importantes que abarcan zonas grandes. La mayoría de los tipos de psoriasis tiene ciclos, con brotes que duran semanas o meses y que luego disminuyen o incluso entran en remisión.