La lluvia es un factor determinante en Fórmula 1. Un ejemplo es lo ocurrido el fin de semana pasado en Turquía. La carrera comenzó con llovizna y la totalidad de los pilotos decidió largar con neumáticos intermedios para piso mojado (verdes). En condiciones normales, el reglamento dice que los equipos deben parar sus autos para cambiar gomas al menos una vez durante la carrera. Con lluvia esta regla cambia y nadie está obligado a parar en boxes, lo cual vuelve todo distinto; decenas de ingenieros debaten acerca de las posibles estrategias de paradas (o no) en base a los miles de factores analizados. Cuando hay consenso, la decisión se comunica al piloto y se aplica. Cuando no lo hay, la decisión queda en espera hasta que alguien más se anime a probarla.
¿Quién se arriesga?
La carrera transitaba la vuelta 41 de 58 y por las detenciones de Valtteri Bottas y Max Verstappen, lideraba Charles Leclerc. Él mismo preguntó a su equipo: “¿puedo ir hasta el final con este juego de neumáticos?”. La respuesta no tardó en llegar: “Sí, puedes”. Una vuelta más tarde Lewis Hamilton, que defendía la cuarta posición, recibió el llamado de Mercedes para entrar a boxes y respondió: “¿por qué? estos neumáticos se sienten bien”. Su ingeniero Peter Bonington le respondió: “neumáticos intermedios nuevos es la manera de llegar bien al final”. El campeón del mundo insistió en que sentía el auto estable y decidió esperar. Finalmente, 10 vueltas más tarde y tras la insistencia de Mercedes, accedió a parar. Esto lo llevó a perder la posición con Leclerc y terminar la carrera en P5 muy enojado con su equipo.
La clave para entender estás decisiones es Esteban Ocon. Fue quien demostró los riesgos que asumían los pilotos al no parar en boxes en una pista en condiciones muy particulares. Estuvo las 58 vueltas con los mismos neumáticos, algo que no ocurría desde Mónaco 1997, donde Mika Salo lo hizo con un Tyrrell para terminar entre los cinco primeros después de 61 giros sin parar. En aquella y en esta oportunidad hubo algo en común: el ‘blistering’. Se trata de ampollas que se producen por un sobrecalentamiento de la parte interior del neumático. Durante este fenómeno, la goma se desgarra y se rompe, haciendo perder muchísimo rendimiento a los monoplazas. En el caso de Ocon, perdió cuatro segundos por vuelta respecto a los punteros, incluso casi pierde la posición con Antonio Giovinazzi, que le descontó 21 segundos en las últimas seis vueltas. Volviendo a Hamilton, si el equipo no lo obligaba a cambiar gomas, hubiese terminado en P11 sin sumar puntos. Gracias a la telemetría brindada por Ocon y el equipo Alpine, podemos afirmar que Mercedes no se equivocó en insistir a Lewis que pasara por el box.
Seis finales del mundo
El campeonato mundial nuevamente tiene a Max Verstappen a la cabeza con 262.5 puntos. Atrás viene Hamilton con 256.5. Están a seis puntos cuando quedan seis carreras. Tres en América y tres en Medio Oriente. Ya no hay más cambios de unidad de potencia ni penalizaciones pendientes. Verstappen y Hamilton se verán las caras de igual a igual en el circuito de las Américas en Austin, EEUU. Tampoco hay más tiempo para dudas y errores. De aquí y hasta Yas Marina en Abu Dhabi, todas serán finales del mundo.