Los cambios en nuestra sociedad y cultura son cada vez más dinámicos. La tecnología y el desarrollo permanente de lo que construye la humanidad en general movilizan cada estructura social. Durante 2020 la pandemia por la covid-19 descolocó a muchos y, gracias a los avances de la ciencia, el 2021 se vive de una manera más “normal”.

Sin embargo, quedaron en el aire algunas deudas pendientes, especialmente en Educación. Días atrás LA GACETA entrevistó al decano de la Facultad Regional Tucumán de la Universidad Tecnológica Nacional, Fabián Soria, quien identificó al menos 15 carreras u oficios nuevos para los cuales las casas de estudio no brindan ofertas al respecto. Las diferentes generaciones que están ingresando al mercado laboral buscan algo más que un trabajo “digno” y redituable” como lo hacía la Generación X nacida entre los años 1970 y 1980. Los millenials (nacidos entre 1981 y 1990) prefieren la experiencia, “pasarla bien”; y la Generación Z (nacidos entre 1995-2000) busca respuestas en lo digital, aseguró Soria. Las empresas tienen que estar preparadas para la innovación –algo que hicieron a los “ponchazos” durante la pandemia, y adecuarse rápidamente a esa demanda social.

Los estudios de diversas consultoras insisten en que las carreras relacionadas con el universo de la informática, las tecnologías de la comunicación y el desarrollo de software son parte de las denominadas “carreras del futuro”. Hay un plus que recién se está notando: que el Sistema Educativo se haya abierto a la virtualidad genera mucha oferta para quienes tengan acceso a la tecnología y puedan estudiar desde sus casas. El mes pasado se entrevistó a la psicóloga Lorena Kamel, que dicta los talleres de Orientación Vocacional en la Casa del Estudiante de la UNT y explicó que quienes conforman la Generación X poseen ciertas características comunes: tienen acceso a la tecnología desde muy jóvenes, son multipantallas, se comunican con imágenes y muchos de ellos buscan ser autodidactas y emprendedores.

Las nuevas generaciones viven el éxito lo viven con un gran sentido del bien común y el pedido de todos, en las sesiones de orientación vocacional, tiene que ver con “vivir bien”: no pasar aprietos, viajar, tienen tiempo libre para compartir.

Según la especialista, la pandemia modificó la elección de quienes se inclinaban por la medicina. Básicamente se replantearon su decisión luego de observar el trabajo de médicos, el salario que reciben, las condiciones del mismo y el riesgo al que se exponen, mientras que las carreras cortas, como tecnicaturas en programación, comienzan a aparecer como las más llamativas. La pandemia por la covid-19 y todo lo que se vivió en los niveles secundarios también afectaron a los jóvenes que eligieron o estar por elegir su carrera profesional. La virtualidad impactó en sus motivaciones y emociones.

Los estudios sobre las carreras y formación que se ofrecen en nuestro país y en Tucumán, van poniendo un poco de luz sobre la situación cambiante que se vive. Sin embargo, la historia de Maxi Guntern que resaltó LA GACETA el pasado 5 de octubre es un claro ejemplo de los nuevos tiempos que corren. “Me quedan dos materias pero no recibirme es una manera simbólica de mostrar que el colegio no prepara para el mundo real. Antes un título universitario te salvaba, hoy ya no. Hasta que no cambie el sistema educativo la escuela va seguir siendo una pérdida de tiempo”, dijo muy seguro al relatar su aprendizaje autodidacta.

El joven dejó el secundario y probó suerte en varios rubros. Todo lo que aprendió, repitió orgulloso en la entrevista, lo hizo a través de internet en donde los contenidos están actualizados y pedagógicamente con más llegada a los alumnos que en las propias universidades, aseguró.

Según un informe de la Unesco publicado en el blog Hotmart, entre las habilidades más requeridas para el mundo del trabajo en el siglo XXI están la capacidad de relacionarse bien con los demás y la creatividad. “Esto significa que las profesiones del futuro no se plasmarán en actividades individuales sino grupales. Tampoco serán mecánicas, sino creativas”, observó el decano de la Facultad Regional de la UTN. Los cambios sociales están dejando atrás en muchos aspectos a las instituciones de formación académica, que deberán acomodarse rápidamente a los nuevos tiempos.