El 4 de octubre de 2021 no pasará desapercibido en la historia política de la provincia. Por primera vez, una mujer quedó a cargo de la gobernación. Por la convocatoria del jefe de Gabinete de Nación, Juan Manzur, el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo (PE), Osvaldo Jaldo, viajó a Buenos Aires con una amplia comitiva que incluía a los ministros, algunos secretarios de Estado y al presidente subrogante y el vicepresidente primero de la Legislatura, Sergio Mansilla y Regino Amado, respectivamente.

A raíz de estos corrimientos, Sandra Orquera, vicepresidenta segunda de la Cámara provincial, se hizo cargo del sillón de Lucas Córdoba, por aproximadamente unas seis horas. En este acotado tiempo encabezó algunas reuniones, visitó el penal de Villa Urquiza, pero no llegó a firmar decretos ni realizar cambios en armado del gobierno. Pese a no haber realizado modificaciones, la legisladora reconoció públicamente que en otro contexto habría reformado el Ministerio de Seguridad. “Si estuviese en otra situación, con más tiempo en el cargo, las primeras medidas que tomaría serían en el área de seguridad. El ministro (Claudio) Maley, seguramente, no formaría parte de mi gabinete. Eso es un hecho porque tenemos muchos problemas de inseguridad”, enfatizó en Buen Día, el programa televisivo de LA GACETA Play.

Una Casa vacía

El legislador Ricardo Bussi reprochó el accionar de gran parte del peronismo tucumano por haber “abandonado irresponsablemente” la provincia y no garantizar que Orquera cuente con los atributos que reviste el máximo cargo jerárquico de Tucumán.

“Después de reunirse con la cúpula de la Policía e interiorizarse sobre planes que se desarrollan en seguridad, quiso pedirle por nota al presidente de la Nación, Alberto Fernández, el auxilio de las fuerzas federales como ocurre en Santa Fe para combatir el narcotráfico, pero no había ni un solo funcionario a cargo de la nota y su debida protocolización. Por eso no se pudo hacer”, relató el referente de Fuerza Republicana.

En relación a esto, el legislador también narró que ante la ausencia de secretarios y directores de áreas, la “Casa de Gobierno estaba vacía” y eso impidió a Orquera poder escribir una nota o firmar un decreto gubernamental. “Vamos a reclamar esta situación cuando tengamos la oportunidad porque la sucesión por acefalía significa hacerse cargo con todos los atributos y en este caso dejaron la continuidad del poder, pero no le permitieron hacer uso de sus facultades. Es una falta de respeto pero no nos sorprendió porque conocemos a la dirigencia peronista, ellos se manejan con prepotencia y ausencia de formas”, declaró Bussi.

Ejercicio republicano

Consultado por la posibilidad de haber realizado cambios en el Ejecutivo a partir de que una colega de su partido haya ocupado la gobernación, el legislador confirmó que Orquera hubiera realizado cambios “si hubiese tenido las oportunidades”. Igualmente resaltó que en seis horas (tiempo que duró el mandato de la dirigente de Fuerza Republicana) resulta complejo cambiar funcionarios o nombrar personas. “No son conductas de buen estilo republicano”, subrayó. Finalmente, Bussi no ocultó los sentimientos que le generó volver a ingresar al despacho de la gobernación después de 22 años. “Me trajo nostalgia y recuerdos del último gran gobernador”, dijo en clara alusión a su padre.

Seguridad, un tema clave: la legisladora se reunió con la Policía

Durante su periodo al frente del Ejecutivo, Sandra Orquera se reunió con la cúpula de la Policía y el secretario de Seguridad para conocer al detalle los trabajos que se vienen realizando para combatir la inseguridad. “Tuvieron muy buena predisposición y nos pusieron al tanto de varios temas”, afirmó la legisladora al terminar el encuentro. En relación a la reunión, Ricardo Bussi se mostró preocupado porque dijo que los funcionarios hicieron hincapié en la necesidad de contar con mayores recursos y reprochó que durante los tiempos electorales se observe un “desmanejo de fondos públicos” que no se vuelcan a las necesidades de la gente.