Tras un año y medio de la pandemia de la covid-19, las organizaciones están sintiendo los efectos de lo que ha significado un brusco cambio en la modalidad de trabajo que se venía registrado hasta antes de marzo del año pasado.
El "síndrome de burnout" es considerado una enfermedad por la OMSSucede que el proceso de readecuación a la nueva normalidad no sólo ha significado un anticipo del salto tecnológico y, lo que es peor, ejercer actividades de la casa también modificó los hábitos personales y profesionales de la fuerza laboral.
En este contexto, Manpower Argentina ha realizado un sondeo, mediante el cual llegó a la conclusión de que uno de cada tres líderes de empresas sienten el efecto del burn out (síndrome del quemado) laboral, como un alto nivel de estrés y de ansiedad. Aun más, el 53% de ellos manifiesta estados de ánimos entre positivos y resilientes. Además, al consultar sobre la capacitación y desarrollo de gerentes, un 47% de los empleadores no tiene planificado ofrecer programas de mejora de competencias.
El diagnóstico de la consultora especializada en gestión de Capital Humano indica que los incentivos que pueden brindar las compañías para cubrir puestos vacantes se relacionan más con la flexibilidad que con la remuneración. Así, un 46% afirmó que garantiza horarios y lugares de trabajo flexibles, mientras que un 27% ofrece bonos o aumentos de salario. Otro 24% otorga capacitaciones y desarrollo de capacidades.
“El aprendizaje continuo de conocimientos y la adaptación a nuevas circunstancias será la clave para el éxito de las organizaciones pospandemia", afirma Luis Guastini, director General de ManpowerGroup Argentina.
En ese sentido, si bien la mayoría de las empresas encuestadas sostiene que la capacitación en habilidades blandas a los colaboradores es uno de los aspectos más requeridos para el talento futuro, casi la mitad (un 46%) no tiene planificado hacerlo, ni tampoco brindar programas de mejora en habilidades técnicas (un 40%).
Otra de las investigaciones lanzadas por la compañía este año, “Lo que los trabajadores quieren”, arroja que las habilidades que los empleadores necesitarán en el futuro serán diferentes a las de hoy y a las del pasado, lo que requiere que toda la fuerza laboral participe de una capacitación continua.
Para eso se debe fomentar el aprendizaje remoto con cursos cortos, apoyando a los trabajadores a que destinen su tiempo a desarrollar sus capacidades, relacionadas con las necesidades actuales de las organizaciones. Es decir, ocuparse de que se mantengan empleables a lo largo del tiempo.
A su vez, para que la nueva normalidad sea mejor para todos los colaboradores, el estudio revela que ocho de cada 10 trabajadores quiere un mejor equilibrio entre la familia y el trabajo. Sin embargo, ofrecerles la oportunidad de trabajar de forma remota no sería la única manera de otorgarles flexibilidad para que logren este balance.
Por ejemplo, para los roles que deben desempeñarse presencialmente, se pueden ofrecer tiempos de inicio y finalización escalonados o una programación más flexible, siempre comprendiendo las prioridades que las personas tienen al momento de realizar su trabajo.
Dado este contexto, para aquellas compañías que se enfoquen en potenciar el talento, el acento estará puesto en si las empresas que quieren atraer a los colaboradores tienen procedimientos y prácticas flexibles, adaptadas a esta nueva realidad, con esquemas mixtos de trabajo (presencial y virtual), e incluso con esquemas personalizados o a elección de cada persona.
En definitiva, para atraer talento las empresas deberán tener muy clara su oferta de valor y el vínculo que pueden generar con las personas en función de su cultura organizacional, evidenciada en sus prácticas y políticas corporativas, finaliza Manpower Argentina.