Hace 13 años que no se detectaba un caso mortal de rabia en el país; hasta mediados de mayo de este año, cuando una mujer de 33 años falleció en Buenos Aires por la mordida de un gato callejero que presentaba la enfermedad. Este hecho encendió la alarma de los veterinarios y los médicos, quienes advierten que en el contexto de pandemia la vacunación -que es la única forma de prevenir la enfermedad- podría estar más relajada que en otros años, tanto en el ámbito público como el privado.

Ante esta situación, en el marco del Día Mundial contra la Rabia (se conmemoró ayer) resaltaron la importancia de vacunar todos los años a los animales, a partir de los tres meses. Por otro lado, detallaron que un factor de riesgo importante en lugares donde no hay casos de manera frecuente es la pérdida de percepción de la enfermedad de la rabia, que es casi mortal cuando se visibilizan los síntomas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor de 60.000 personas mueren por año como causa de esta enfermedad, principalmente en Asia y África. En la Argentina, se logró controlar el contagio de animales domésticos a partir de 1984, gracias a las vacunaciones masivas. En la última década solo se contabilizan alrededor de 30 casos dentro del territorio nacional.

La rabia, considerada una zoonosis -enfermedades que son transmitidas al ser humano por los animales- es causada por un virus que afecta a los animales domésticos y salvajes. Al encontrarse concentrado en la saliva, el contagio suele darse a través de las mordeduras.

Una de las características más importantes de la rabia a tener en cuenta es que se trata de una de las pocas enfermedades infecciosas que puede llevar a la muerte. Una vez que se desarrollan los síntomas de afectación del sistema nervioso central, ya no queda posibilidad de tratamiento y se vuelve letal en el 100% de los casos.

Sebastián Rivadeneira, médico veterinario y miembro de la División Zoonosis (del Instituto Antirrábico) de la Provincia contó que en Tucumán el último caso de muerte por rabia humana se dio en 1994, de rabia canina en 1997 y, en un gato, en 2017. Vacunar a nuestros perros y gatos brinda la principal protección contra la rabia. Hay que hacerlo todos los años. La vacunación es obligatoria en la Argentina y forma parte de la tenencia responsable de nuestros animales, señaló.  

El virus de la rabia se ha diseminado por todo el planeta. Ataca a mamíferos, tanto domésticos como silvestres, incluyendo al ser humano. La enfermedad se puede transmitir a través de la herida causada por una mordedura o cuando la saliva de un animal enfermo toma contacto con la piel lastimada de una persona. Otra forma de transmisión es mediante el rasguño de un animal infectado.

Principales transmisores

Los perros y gatos son los principales transmisores de la rabia, pero también pueden serlo algunos animales silvestres como los murciélagos. “El murciélago, por ejemplo, actúa como reservorio del virus en la naturaleza. En caso de que se encuentre un murciélago con alguna dificultad o muerto se aconseja nunca tocarlo”, recalcó el veterinario.

“En la lucha contra la rabia, solo escuchar no es suficiente”, remarcó la médica veterinaria Silvina Muñiz, presidenta de Aveaca (Asociación de Veterinarios Especializados en Animales de Compañía de Argentina). “La rabia es una enfermedad devastadora en muchas partes del mundo; especialmente en África y Asia, pero también en América y algunas partes de Europa. En Argentina, los murciélagos son altos transmisores de la enfermedad y los animales domésticos no están siendo vacunados en el porcentaje requerido. La vacunación es esencial para erradicar la enfermedad. Si bien estamos viviendo épocas complicadas en nuestro país y en el resto del mundo, es importante continuar trabajando en la educación y prevención. La vacunación no puede quedar en segundo plano. La lucha contra la rabia salva vidas”, apuntó.

Mitos

La especialista habló sobre los mitos que rodean esta problemática. “El primer mito que me gustaría abordar es que solo los perros y los gatos transmiten rabia. Los murciélagos, los monos, las ardillas y otros mamíferos pueden transmitir la enfermedad. También se piensa que los animales que viven en departamento no requieren vacunas, porque no están en contacto con animales callejeros. Ese también es un mito: Los animales domésticos indoor también pueden contraer rabia, se pueden contagiar por ejemplo por murciélagos, que son muy comunes en los edificios y transmiten la enfermedad”, apuntó la experta.  

Animales callejeros

Falta más concientización, sostienen todos los veterinarios consultados por LA GACETA. Otro problema son los perros de la calle. “Si bien se hacen muchos operativos de vacunación en la parte pública, no sabemos a ciencia cierta que está pasando en el ámbito privado. Tampoco hay un registro de los perros callejeros, así que siempre está latente la posibilidad de que pueda reaparecer un caso de rabia”, explicó Rivadeneira.

“La educación sobre la prevención de la rabia requiere de la colaboración de gobiernos, empresas, veterinarios y familias. La lucha contra la rabia aún no ha terminado”, insistió Muñiz.

Datos importantes

1- ¿Qué es la rabia?

Es una enfermedad zoonótica viral que afecta tanto a los animales domésticos como a los salvajes. Esencialmente, la enfermedad ataca al sistema nervioso de los mamíferos, incluyendo a los humanos. Una vez que los síntomas clínicos se manifiestan, la rabia acaba siendo mortal, tanto para los animales como las personas.

2- ¿Cuál es el impacto?  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a la rabia como una de las enfermedades infecciosas que más muertes causa. Alrededor de 160 personas mueren cada día a causa de esta enfermedad, o una persona cada nueve minutos (la mitad son niños). La rabia es endémica en más de 150 países y afecta particularmente a las comunidades de bajos recursos económicos.

3- ¿Cómo se transmite?

El virus de la rabia se transmite entre animales, y entre animales y humanos, por contacto directo con la saliva de animales infectados, generalmente a través de mordeduras, arañazos y lameduras en piel lesionada y mucosas. Los perros son la fuente de infección más común, y causan más del 95 % de las muertes en humanos. Además, animales salvajes como mapaches, zorros, mofetas, murciélagos, chacales y mangostas, actúan como reservorio para el virus de la rabia. Los animales de compañía, como perros y gatos, pueden contagiarse por contacto directo con animales rabiosos.

4- ¿Cuáles son los síntomas?

En los animales, los síntomas más significativos son cambios agudos e inexplicables de comportamiento, parálisis progresiva y signos de agitación. En los humanos, los primeros síntomas de la rabia pueden incluir dolores de cabeza, fiebre, ansiedad y hormigueo o sensibilidad afectada en la zona de mordedura. En la mayoría de los casos, se caracteriza por provocar dilatación de pupilas, sensibilidad inusual a la luz, al sonido y a los cambios de temperatura, así como también se pueden observar alucinaciones e hidrofobia, es decir sufrir espasmos al tocar e inclusive al ver agua.

5- ¿Cómo se diagnostica?

Por la historia clínica de una persona que ha sido mordida o ha tenido contacto con un animal del que se sospecha que padece rabia. El diagnóstico confirmatorio solo se puede realizar post-mortem.

6- ¿Qué hacer ante una mordedura?

Lo primero es lavarse bien la herida con agua y jabón o algún desinfectante que no sea alcohol. Luego hay que concurrir a un CAPS para evacuar dudas, donde pueden colocar la vacuna antitetánica, que es importante, y luego ser derivado a los centros de referencia. Según el animal actuante, se evalúa colocar la antirrábica o gammaglobulina. Si se trata de un animal conocido hay que hacer un seguimiento. Actualmente los centros de referencia son el Hospital de Niños (hasta 14 años) y el Hospital Avellaneda. El Instituto Antirrábico era el tercer centro, pero ahora se encuentra afectado a la pandemia de covid.