“Son muchos 0 a 0. Más allá de los nombres propios, es algo que tenemos que solucionar de manera urgente”. La frase de Pablo De Muner, el sábado, a la salida del vestuario visitante en el estadio “Guillermo Laza” dejó al descubierto qué es lo que más preocupa por estas horas en La Ciudadela.
La tercera parda en blanco de manera consecutiva fue la quinta en la últimas ocho jornadas. Pero, llamativamente, el triple empate sin goles llegó luego de tres victorias contundentes en las que el equipo había marcado tres tantos en cada partido (3-0 a Atlanta; 3-1 a Chacarita y 3-1 a Nueva Chicago).
Lo curioso del caso es que en los últimos duelos en los que no pudo celebrar, el “Santo” tuvo una marcada superioridad respecto a sus rivales. Contra Almirante Brown (durante casi 60 minutos) y todo el tiempo ante Belgrano y Riestra, San Martín dominó el juego, tuvo posesión de pelota, aproximaciones al área enemiga y dejó expuesto que quiere ser protagonista hasta la última fecha de la competencia.
En Isidro Casonova, San Martín tuvo el 68% del tiempo la pelota en su poder; contra Belgrano, el 70%; mientras que en Villa Soldati llegó al 78%. Pero eso tampoco le alcanzó para traducir tenencia y superioridad en puntos que le permitan subir en la tabla de posiciones. En contrapartida, en los tres juegos que mostró su mejor marca de contundencia en lo que va de la temporada obtuvo estos números: Atlanta (52%), Chacarita (59%) y Nueva Chicago (63%)
Entonces, en las redes sociales muchos hinchas comenzaron a darle vía libre a un debate que no es nuevo en el ambiente del fútbol. ¿De qué sirve tanta posesión de pelota? ¿Cómo se mejora la última parte de un proceso que hasta la zona de riesgo el “Santo” sabe y domina a la perfección?
Si vamos a lo positivo del caso, tener la bola en tu poder evita que el rival pueda atacarte, y lastimarte. Así, San Martín terminó con la valla en cero en seis de los últimos ocho partidos. Además, de esa manera también muestra protagonismo.
En cada cancha, el equipo dirigido por De Muner apuesta a la misma idea. Con errores y virtudes, se planta, muestra carácter para imponer su impronta y no se cae ante el primer paso en falso. Todo lo contrario.
Pero lo negativo del caso aparece en los metros finales. Allí, el “Santo” mostró un claro problema a la hora de terminar las jugadas. Es cierto que los bloques bajos que le propusieron sus rivales fueron algo difícil de desactivar. Pero San Martín no encontró nunca el pase filtrado o el sprint de algún futbolista para intentar desarticular las defensas.
Otra cosa, salvo el último duelo en el que Tino Costa intentó por esa vía, San Martín no prueba mucho desde media o larga distancia, una herramienta por demás válida para resolver duelos cerrados.
“Tenemos chances, pero la pelota no está entrando. Es un problema de suerte, porque calidad sobra. Tenemos uno de los mejores planteles de la categoría”, opinó Rodrigo Herrera. “Tenemos buen dominio de balón, pero no podemos marcar. Este grupo tiene buenos delanteros y volantes con gol, pero debemos estar tranquilos; ya llegarán los goles”, agregó José Sinisterra.
San Martín muestra cada vez más aplomo para manejar los partidos. Tiene mucho la pelota, maneja los tiempos del duelo pero no lastima. Ese será el principal punto a trabajar de cara a un partido clave contra el “Lobo” Mendocino. Porque en el fútbol, goles son amores y en La Ciudadela es algo que en el último tiempo no abunda.
Ahora sí, a trabajar
El cuerpo técnico decidió darle un día más de descanso al grupo. Por ese motivo, el reencuentro será hoy a las 9.30 en el complejo “Natalio Mirkin”.
Se preparan
En las próximas horas, la CD informará cómo será la venta de entradas para el juego con Gimnasia. Los socios que hayan pagado el abono, tendrán beneficios.