Los socialdemócratas ganaron por estrecho margen las elecciones del domingo en Alemania, según resultados proyectados, y dijeron tener un "mandato claro" para liderar el Ejecutivo por primera vez desde 2005 y poner fin a 16 años de gobiernos encabezados por los conservadores bajo el mando de Angela Merkel.
Los socialdemócratas de centro izquierda (SPD) iban camino de conseguir el 26% de los votos, por delante del 24,5% del bloque conservador CDU/CSU de Merkel, de acuerdo a las proyecciones de la cadena ZDF, pero ambas agrupaciones creían que podrán liderar el próximo gobierno.
Con ninguno de los bloques principales logrando una mayoría, y ambos reacios a repetir la incómoda "gran coalición" de los últimos cuatro años, el resultado más probable es una alianza a tres bandas liderada por los socialdemócratas o los conservadores de Merkel.
Acordar una nueva coalición podría llevar meses y probablemente involucrará a los Verdes y al Partido Democrático Libre (FDP).
"Ahora estamos adelante en todas las encuestas", comentó el candidato a canciller de los socialdemócratas, Olaf Scholz, en una mesa redonda con otros candidatos después de la votación. "Es un mensaje alentador y un mandato claro para formar un gobierno bueno y pragmático para Alemania", agregó después de dirigirse anteriormente a jubilosos partidarios del SPD.
El ascenso del SPD presagia un giro a la izquierda para Alemania y marca una recuperación notable para el partido, que ha recuperado unos 10 puntos de apoyo en solo tres meses para mejorar el 20,5% que consiguió en las elecciones nacionales de 2017.
Scholz, de 63 años, se convertiría en el cuarto canciller del SPD de la posguerra después de Willy Brandt, Helmut Schmidt y Gerhard Schroeder. Ministro de Finanzas en la incómoda "gran coalición" gobernante de Merkel, es un exalcalde de Hamburgo, donde nacieron Merkel y Schmidt.
El rival conservador de Scholz, Armin Laschet, señaló que su bloque aún no está dispuesto a reconocer una derrota, aunque sus partidarios estaban resignados.
"No siempre ha sido el partido que está en primer lugar de donde sale el canciller", señaló Laschet, de 60 años, en la mesa redonda. "Quiero un gobierno donde todos los socios estén involucrados, donde todos sean visibles, no uno donde solo el canciller pueda brillar", añadió en un intento inicial de cortejar a partidos más pequeños.