Hace prácticamente dos años y medio que Atlético no pierde tres partidos seguidos. Para un equipo con aspiraciones como el de Omar De Felippe en los últimos años no es ningún escandaloso mérito, pero sin dudas es una racha que mañana intentará mantener con vida cuando visite a Banfield.
Las derrotas ante Central Córdoba (0-2) y Boca (1-2) en las últimas semanas dejaron al equipo tambaleando, luego de dos victorias que le habían dado el aire suficiente tras otro momento de sofocón (2-2 ante Aldosivi y 0-3 ante Sarmiento). El problema con las últimas dos caídas es que prácticamente fueron sin atenuantes. Jamás dio la sensación que el equipo podía evitar perder en esos encuentros.
Pero así como después del duro tropezón ante Sarmiento que incluyó rumores de salida del DT, tal como sucedió esta semana, el equipo ha sabido reaccionar luego de dos derrotas al hilo en los últimos años. Repetimos, no es una medalla para colgarse y ostentar, pero el fútbol enseña que siempre se puede estar peor y para Atlético es necesario frenar la hemorragia.
La última vez que el “Decano” perdió tres partidos al hilo dentro de la misma temporada fue en mayo de 2019, durante la Copa de la Superliga. Primero fue el 1-4 ante River en el Monumental (que igualmente lo clasificó a semifinales por el gol que marcó de visitante), luego la dolorosa goleada en contra ante Tigre (0-5) y el 0-1 de esa misma serie en nuestra provincia.
En el medio se presentan siete escenarios para repetir la complicada secuencia de tres derrotas, pero pudo evitarlo siempre y generalmente con una victoria, lo que es esperanzador. Meses después de esa triple caída, tras el 1-2 ante Rosario Central y el 0-1 ante Central Córdoba, salió a flote con un 1-0 ante Godoy Cruz. A las derrotas contra Vélez e Independiente (también en 2019 y ambas por 0-1), les siguió un 0-0 ante Huracán, que le salvó el puesto a Ricardo Zielinski. Luego, ganaría cinco partidos al hilo. A principios de 2020 perdió con Argentinos 0-2 (Superliga) e Independiente Medellín (Copa Libertadores) 0-1 y detuvo la caída con un agónico 2-2 ante Lanús en el Monumental. Semanas después, y en los mismos torneos, perdió con The Strongest (Libertadores) y Boca (Superliga) por 0-2 y reaccionó un 2-0 a su favor ante el “Tigre” boliviano, más un triunfo en la serie de penales para avanzar de fase.
Entre finales de 2020 y principios de 2021, perdió contra San Lorenzo (1-3) y Colón (0-2) en la Copa Maradona. En el mismo torneo, se levantó con un 1-0 a Gimnasia en La Plata. En la última Copa de la Liga, sumó un par de 1-2 ante Central Córdoba y Lanús (siempre presentes ambos en las malas rachas) y sacó la cabeza del agua con un contundente 3-0 frente a Comunicaciones en la Copa Argentina. Por último, en la misma temporada, había acumulado derrotas ante Boca (1-3) y Talleres (2-3) y pudo sacarse la espina con un 1-0 ante Independiente en mayo de este año.
Mañana, en la tarde del sur del Gran Buenos Aires, De Felippe y sus dirigidos intentarán que esta mala racha forme parte de esta lista. Después de todo, reaccionar y levantarse del piso también merece el crédito. Y si vuelve a suceder lo tendrá.
Asoman dos cambios
Con la lesión de Vergini y la suspensión de Mussis, De Felippe los reemplazaría con Osores y Erbes (foto), ya recuperado. Ayer el equipo se entrenó en el predio de Vélez, pero el técnico no confirmó si hará más cambios.