“El muchacho lo único que hizo es proteger a la chiquita que estaba en el fondo. Por evitar que le dispararan a la nena y a su niñera, fue herido”, dijo indignado Víctor Quintana. Con impotencia y bronca al mismo tiempo, contó algunos detalles del asalto en el que resultó herido de dos balazos Rodrigo Argentano (27 años) en un barrio de Villa Carmela, Yerba Buena.
Todo era tranquilidad y paz en el Barrio Ima, de Villa Carmela. Cerca de las 11, Rodrigo se encontraba en su local de venta de productos de limpieza. De pronto, un joven con un arma de fuego se presentó en el comercio. Apuntándolo, le pidió que le entregara todo el dinero que tenía en su poder. Como no había mucho movimiento, la víctima le explicó al joven y ofreció entregarle el celular y la notebook que estaban sobre el mostrador.
“Por lo que pudo contarnos, en la vivienda, que está detrás del local, se encontraba mi nietita con la niñera, que es hermana de Rodrigo. Ella, al sentir cosas extrañas, fue a ver qué pasaba. El delincuente hizo un disparo. El joven inmediatamente se tiró sobre él, no para pelear o para intentar quitarle el arma, sino para evitar que las lastimaran”, contó Quintana.
El hombre continuó con su relato: “el desgraciado se asustó peor y le realizó dos disparos. Uno le impactó en la pierna y el otro en el abdomen. Inmediatamente salió corriendo y hasta dejó el arma tirada y la notebook que le habían entregado para que se fuera sin lastimar a nadie. Después de verlo cómo perdía sangre y que la ambulancia se demoraba, lo cargamos en un auto y lo llevamos al Centro de Salud”.
Quintana agregó: “hace menos de un mes abrieron las puertas y les pasa esto. No atendían con las puertas cerradas porque querían que los vecinos pasen y vean lo que tenían. Desgraciadamente fue una tentación muy grande para los delincuentes”.
Bronca
En cuestión de minutos, los vecinos se agolparon en la puerta del comercio donde se produjo el hecho. “Estamos hartos. Esto es tierra de nadie. Los delincuentes son los dueños del barrio. No podemos salir en paz. Estamos desesperados y ya no sabemos qué hacer con los delincuentes”, señaló Irma Herrera.
Juan Carlos Estévez agregó: “nos hemos cansado de presentar notas y pedidos para que haya más personal de vigilancia. Pero no pasa nada. Seguimos en la misma. Hay un destacamento a cuatro cuadras que no hicieron nada, pero nada. Hasta se mostraron sorprendidos porque no podían hacer nada. El drama es que esta zona sigue creciendo y no hay mayor cobertura de seguridad”.
“Todos los días hay robos. Sabemos quiénes son y de dónde vienen. Pero la Policía no hace nada. No se puede vivir así. No sólo tenemos que vivir encerrados, sino que tampoco puede salir a trabajar porque te agarran en las paradas. Pero no sólo te roban, sino que te matan para quedarse con las cosas de los demás”, dijo Mayra Argentano, pareja de uno de los socios y prima del herido.
“A los policías del destacamento no se le puede decir nada. Si no tienen nada. Por eso los vecinos salieron a cuestionar al delegado comunal que no hace nada por este problema”, explicó Quintana.
El comisario Carlos Daniel Ruiz le dijo a LA GACETA que se reforzará la presencia policial. “Estamos visitando los diferentes barrios de la zona para escuchar todas sus necesidades para diagramar operativos especiales y mejorar la tarea de prevención”, explicó.
Además, según confirmaron fuentes del Ministerio de Seguridad, están avanzadas las gestiones para dividir en dos la jurisdicción de Cebil Redondo para tener mayor cobertura en la zona que tuvo un importante crecimiento habitacional en los últimos años.
Yerba Buena: intentaron asaltar a un no vidente
Un joven no vidente fue asaltado el martes a las 22.30 en Yerba Buena.
La víctima había ido a visitar a un amigo y se disponía a volver a su casa. Esperaba el colectivo en la parada de la esquina de avenida Aconquija y Chacho Peñaloza cuando un desconocido se le acercó y le pidió un cigarrillo. Luego le consultó si podía ver, y al responder la víctima que no, el agresor le asestó un puñetazo en el estómago.
La víctima intentó defenderse con su bastón, pero el delincuente lo amenazó diciéndole que tenía una pistola, por lo que el ciego intentó correr para protegerse. En su desesperación, terminó cruzando la avenida para escapar y pasó muy cerca de algunos vehículos que le tocaron bocina para alertarlo.
Un policía que pasaba por esa zona, viendo la situación, se detuvo y le preguntó a la víctima qué ocurría. El efectivo tomó los datos que le había dado la víctima y dio aviso por radio a la Patrulla Motorizada, que circulaba cerca de ese sector de la “Ciudad Jardín”.
El efectivo le dijo además que fuera a la comisaría y radicara la denuncia. El no vidente fue acompañado por ese uniformado y por el amigo al que había ido a visitar y formalizó la denuncia.
Minutos más tarde, los hombres al mando de los comisarios Marcelo Risso Patrón y Carlos Daniel Ruiz arrestaron a un sospechoso.