Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias fueron creadas en diciembre de 2009, mediante la Ley 26.571. El mecanismo fue estrenado en 2011, para definir las candidaturas a diputados, a senadores y Presidente de la Nación. De modo que este sistema que ordena las internas de los partidos políticos no es una novedad. Pero sí lo es el contexto en el que se realizan. Son la primera cita con las urnas que los tucumanos afrontarán en el contexto de la pandemia global por coronavirus, que la Argentina enfrenta desde marzo de 2020. En otras provincias ya se celebraron comicios y nada menos que de gobernador, como es el caso de Corrientes, a fines de agosto, y de Jujuy, a finales de junio. Pero para los tucumanos será el primer test y ese hecho y eso establece una primera incertidumbre general: ¿cuántos ciudadanos irán a votar?

Esta cuestión ha sido central ya no solamente para los partidos políticos que presentarán sus propuestas, sino también para las autoridades federales. Especialmente, para la Justicia Nacional Electoral, que tiene a su cargo la organización y el control de los comicios.

Además de establecer un riguroso protocolo sanitario, la autoridad judicial buscó descomprimir la afluencia de electores a los centros de votación, que han sido históricamente las escuelas, mediante la habilitación de nuevos establecimientos, como los clubes deportivos. En el caso tucumano, hay prácticamente un centenar de nuevas locaciones donde sufragar: pasaron de los 415 de 2019 a 512 para la votación de hoy.

El escenario ideal que se ha buscado, según ha manifestado reiteradamente el secretario electoral Rogelio Rodríguez del Busto es que no haya colas que desalienten a quien vaya a votar, por temor a aglomeraciones en tiempos de Covid-19.

Con ese objetivo, también se incrementó el número de mesas: pasaron de las 3.707 de hace dos años a las 3.761 actuales.