Se cumplen 25 años de la muerte de Gilda, la cantante que se convirtió en un ícono de la música y en referente de la lucha de las mujeres por ganarse un lugar en una escena dominada por los varones. Murió el 7 de septiembre de 1996, en un accidente junto a su hija, su madre y tres músicos en la ruta nacional 12, camino a Chajarí, Entre Ríos.

La colisión que le costó la vida a la intérprete se produjo cuando un camión de la empresa brasileña Interpress, tras morder la banquina, intentó volver al camino e impactó de frente contra el vehículo donde se desplazaba la comitiva, que pegó contra dos autos particulares y volcó varias veces.

Como producto del accidente, además de la estrella también fallecieron su hija Mariela Magnin de 10 años, su madre Isabel Scioli de 50, y Gustavo Babini, Raúl Larrosa, Elbio Mazzuco y Enrique Toloza.

Con una actividad musical tan breve como arrolladora, la creadora de cumbias inolvidables como "No me arrepiento de este amor", "Corazón valiente", "No es mi despedida" y "Fuiste" y el fatal desenlace de su vida que la encontró en la cumbre del éxito, la catapultaron al imaginario popular argentino.

El colectivo en el que viajaba la artista, y que se encuentra en el lugar del accidente, es hoy un santuario en el que se prolongan los milagros que ya se le atribuían en vida; en tanto, sus restos descansan en el Cementerio de la Chacarita.

Gilda, cuyo nombre real era Miriam Alejandra Bianchi, nació el 11 de octubre de 1961 en la Ciudad de Buenos Aires y se crio en el barrio de Villa Devoto.

Comenzó la carrera de maestra jardinera y el profesorado de Educación Física aunque debió interrumpirlos en 1977 al fallecer su padre para hacerse cargo del hogar, la música le tendría un mejor lugar reservado.

Desde que apareció en escena, tras responder a un aviso impreso en el que pedían vocalistas para un grupo musical, Gilda supo revolucionar la música tropical con su rostro angelical y su dulce voz, un cóctel que contrastaba con el tipo de música que era hasta ese momento sólo patrimonio masculino.

Fue entonces cuando la artista, nacida en 1961 en Ceibas, Entre Ríos, adoptó el seudónimo Gilda en tributo al personaje que encarnó Rita Hayworth en la película del mismo nombre y que la consagró como mito erótico.

Con seis álbumes de estudio, el primero "De corazón a corazón", lanzado en 1992 y el último, "Si hay alguien en tu vida", en 1996, los recopilatorios y grandes éxitos de Gilda ya suman una treintena de ediciones desde su fallecimiento.

Santuario en Entre Ríos

El éxito post mortem

A poco más de seis meses de su trágico final, la publicación del primero de los discos póstumos, "Entre el cielo y la tierra", fue entonces un suceso de ventas que le hizo sombra a otros lanzamientos de fuerte impacto como "Alta Suciedad", de Andrés Calamaro y "Blood on the dance floor", de Michael Jackson.

Muchas de sus canciones fueron versionadas por bandas y artistas de diversos géneros musicales, esfumando las fronteras no solo estilísticas de la mano de Attaque 77 con "No me arrepiento de este amor", Los Enanitos Verdes con "Tu Cárcel" sino también barreras idiomáticas con la versión en francés de "Corazón Valiente" interpretada por Pablo Krantz.

El aura de Gilda también alcanzó a youtubers e influencers de otras latitudes como la dupla española Sebas y Nuri del canal SN Challenge -muy pendiente de la cultura argentina- y el afamado británico Lewis Shawcross, quien con su reacción a "No me arrepiento de este amor", que subió el 9 de diciembre de 2020, superó las 578.000 vistas.

Gilda la santa

Gilda se convirtió además en una santa entre sus seguidores. La devoción por ella comenzó antes de su muerte. La beatificaron de manera pragmática, sin esperar consentimientos de ningún tipo, pues lo sobrenatural rondó en torno a ella, según los testimonios.

Es más, el micro que transportaba a las víctimas, y que se encontraba arrumbado en un terreno baldío de Zárate, fue trasladado a un campo aledaño a la ruta 12, a metros de donde aconteció la tragedia. 

Allí es donde se instauró un santuario y, año tras año, cientos de fanáticos se acercan para recordar y venerar a la estrella de la movida tropical. La gente llega hasta allí para orar y dejarle algún tipo de recuerdo a la cantante fallecida.