“No hay ninguno al que no le duelan los hombros”, aseguraba un exhausto Matías López, improvisando un cabestrillo con su propia camiseta para sostenerse el brazo izquierdo luego de una final que Natación ganó en buena parte gracias al enorme desgaste físico que implicó su tarea defensiva.
El ala de los “Blancos” enfatizó en el valor que tiene para el club la conquista: “mucha gente pensaba que este torneo era menos importante por haber sido tan entrecortado. Para nosotros era al revés: vale mucho más, porque hay mucha gente que en este tiempo perdió seres queridos, y hubo momentos en los que costaba mucho ir a entrenarse porque no se sabía cuándo se iba a volver a jugar. Pero nosotros estábamos ahí. Por eso vale tanto esto para nosotros: por la situación, por la gente que está con nosotros y también por la que ya no está. También quiero saludar a la gente de Tucumán Rugby, que ha sido un tremendo rival”.
Por su parte, Matías Orlande señaló que “lo importante es que vamos siempre para el mismo lado y que contagiamos a los chicos de Infantiles, de Juveniles del club. Creo que eso es lo más importante para que el club tenga futuro”. El capitán agregó que “se hizo muy duro todo con el tema de la pandemia. Entrenarse era muy complicado, mantener el compromiso, pero los chicos lo hicieron y este es el fruto de todo eso”.
Del otro lado, estaba Augusto López Salas, cuyos siete aciertos a los palos no fueron suficientes para torcer la historia: “nos sorprendió un rival que estuvo muy fino con su juego y su defensa. Felicitaciones a Natación por el título. Nosotros etamos tranquilos, porque propusimos nuestro juego de principio a fin y morimos en la nuestra. Esto recién empieza, todavía queda mucho por jugar”.