El Gobierno Nacional volvió a prorrogar, esta vez hasta fin de año, el cobro de la prestación por desempleo, el cual consiste en un bono de entre $ 6.000 y 10.000 que está destinado para trabajadores en relación de dependencia que hayan sido despedidos sin justa causa durante la pandemia. La nueva extensión se comunicó a través de la Resolución 890/2021, publicada este lunes en el Boletín Oficial.
Con la firma del secretario de Empleo, Leonardo Julio Di Pietro Paolo, se anunció que el beneficio que comenzó en abril del año pasado permanecerá vigente “hasta el 31 de diciembre de 2021″ y en esta oportunidad se amplió a 30 “el límite máximo de cuotas de prestaciones” a percibir por las personas despedidas.
Asimismo, se aclaró que el monto de las cuotas de prórroga de las prestaciones por desempleo “será equivalente al 70% de la suma original” otorgada por el Estado y se advirtió que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) “efectuará los cruces informáticos y demás controles a su cargo” para corroborar el derecho a cobro de quienes reciben esta ayuda.
El bono fue implementado por primera vez por el Gobierno en abril de 2020, en el marco de un paquete de medidas que lanzó para mitigar el impacto económico de la cuarentena, entre las cuales estaba el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción que, a su vez, estableció el “sistema integral de prestaciones por desempleo”.
El Poder Ejecutivo elevó “durante el período que defina la Jefatura de Gabinete”, los montos de los bonos: los que oscilaban entre 3.000 y 6.000 pesos, fueron llevados a un mínimo de seis mil y un máximo de 10 mil pesos. En principio, en medio de las restricciones por la pandemia, el beneficio fue aprobado por dos meses pero luego tuvo varias prórrogas más. La última había sido oficializada a principios de junio pasado y regía hasta el 31 de agosto próximo.
En un comienzo, el beneficio planteaba que aquellas personas despedidas sin causa, con una antigüedad de entre 6 y 11 meses, tenían derecho a cobrar el bono durante dos meses; mientras que aquellos con una antigüedad de entre un año y 23 meses, podían recibirlo durante cuatro.
El plazo se extendía a 8 meses si el empleado tuvo una antigüedad de entre 2 años y 35 meses, y hasta 12 para los que tuvieron una antigüedad mínima de tres años. Por otra parte, el cobro se prolongaba por un período de seis meses si la persona tenía más de 45 años.
En los considerandos de la Resolución de este lunes, el Gobierno aseguró que, “si bien a partir de la apertura y reanudación del desarrollo de distintas actividades productivas y de servicios, ha comenzado a reactivarse la actividad económica en determinados sectores, con su consecuente impacto en el empleo, aún persisten en cierta medida las circunstancias y razones” que motivaron la implementación de esta ayuda social.
Además, las autoridades nacionales explicaron que, “dado el carácter contributivo de las prestaciones por desempleo y con el fin de tender hacia un ordenamiento de las medidas de emergencia adoptadas”, resultaba pertinente “fijar un número máximo de cuotas de prestaciones por desempleo a percibir por las y los titulares alcanzados por las prórrogas”.
El empleo registrado, según la medición del Ministerio de Trabajo, en base al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), cayó en 2020 en 223 mil trabajadores, por lo que pasó a ser de 11,9 millones. Aún resta saber el impacto de las últimas restricciones en los distintos sectores.