A mediados de los ‘40, la famosa “Máquina” de River desplegó su fútbol hasta justamente hacerse de tal apodo: una máquina de ganar y gustar. Quizás su única falencia era la poca efectividad con la que contaban en ofensiva: su juego vistoso le aseguraba decenas de situaciones de gol de las que sólo aprovechaba una. Eso le valió otro apodo al grupo conformado por Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau: “Los caballeros de la angustia”. Terminaban sufriendo los partidos, cuando podrían haberlos liquidado mucho antes. No es que vayamos a comparar a uno de los mejores equipos de la historia con este Atlético (aunque también le haya pasado lo de generar situaciones y no concretarlas), pero este último apodo bien podría encajarle a Omar De Felippe y sus dirigidos. No por su poca efectividad, sino por la cantidad de goles en los minutos finales que hace y recibe. Ambas, antes en un caso y después en otros, experiencias angustiantes.
La barrera para considerar un gol “sobre la hora” es clara: después del minuto 85. Mucho más si es en tiempo de descuento y en esta franja horaria, el prime time de un partido podríamos decir, Atlético hizo y recibió varios goles. Como muchas facetas de su juego, sus partidos resultan entretenidos para los neutrales y angustiantes para sus fanáticos.
Los dos que le hizo a Independiente el último martes obligan al repaso, está claro. Franco Mussis anotó el 1-0 a los 86 minutos y Renzo Tesuri el 2-0 a los 87. Una victoria empezada y terminada en los minutos finales. El gol de Joaquín Pereyra a Aldosivi en la fecha 6 fue a los 92’ y significó evitar lo que hubiese sido una dolorosa derrota ante un equipo mediocre.
En contra también hay otros tres tantos que recibió en esos minutos fatídicos. El más emblemático es el que encajó de Gimnasia en La Plata: fue en el minuto 95’, estando 0-0 y gracias a un tiro libre de Brahian Alemán, tras un error en el armado de la barrera
Lanús también le hizo un gol en tiempo de descuento en el primer partido de la temporada, pero las circunstancias eran distintas: el equipo ya estaba perdiendo y descuidaba su propio arco en busca del empate 3-3 que nunca llegó. Ignacio Malcorra fue el encargado de anotar el 4-2 en una contra letal. Contra Sarmiento pasó algo similar: el “Decano” perdía 0-2 y buscaba el descuento. Intentando cumplir ese cometido, terminó regalado atrás y recibiendo el 0-3 de parte de Luciano Gondou.
No es la primera aparición sostenida de “Los caballeros de la angustia”. Durante el torneo pasado, la situación se repitió: le marcó goles a Defensa y Justicia a los 85’ y 86’, a Talleres, Sarmiento y Patronato a los 88’ y a Comunicaciones a los ‘89. En ese mismo torneo recibió goles de Unión a los 94’, Central Córdoba a los 88’, Lanús a los 89’, Patronato a los 93’, Newell’s a los 86’ y Boca a los 95’.
En lo que va del 2021 (contando la temporada pasada y lo poco que se lleva jugada de esta) hablamos de 17 goles después del minuto 85 en los partidos del “Decano”, a favor o en contra.
Para el partido de mañana en Rosario no puede preverse ni saber nada de antemano. Aunque los antecedentes digan lo que venimos desglosando. Cualquiera querría ganar con goles tempraneros para no sufrir, pero esto tiene otro sabor. Así como las derrotas sobre el final.
Repetimos: Atlético puede ser entretenido para los neutrales, pero angustiante para sus propios hinchas.