Diego Armando Maradona consiente innumerables biografías, posibles y plausibles. La dimensión del personaje exime de aclaraciones.

En el contexto de esa amplitud, la específica biografía de Maradona que ha concebido Alejandro Duchini tiene bien ganada una perspectiva de relieve y distinción. Esto es: el lejano día que los historiadores dispensen al inventario de los anaqueles dedicados a Pelusa de Villa Fiorito, será justicia que Mi Diego ocupe el lugar de un testimonio urgente, confesional, apasionado.

Urgente, en la medida cuyo motor pulsó no bien Maradona emprendió viaje al otro lado de las cosas.

Confesional por impronta de la primera persona, un sesgo que tratándose de un profesional del recorrido y la valía de Duchini debe de ser puntuado en la intersección del riesgo calculado y la franca valentía. Bien sabía Duchini que salir airoso de la exposición de los atravesamientos, de las emociones y de las sensaciones que en él habían desatado la partida del astro del fútbol, implicaba agotar un máximo de posibilidades exploratorias. Investigar, entrevistar, asociar, en fin, recorrer el espinel que todo buen pescador afronta en la certeza de que la única jornada perdida es la abandonada antes de tiempo.

Aludimos, por si no se ha subrayado hasta aquí, a un autor en el que las bondades del buen periodismo saben derramarse caudalosas, transparentes y vivificantes. No hay novedad ahí. Pero sí es novedoso o, mejor, de grata disrupción, que un periodista ajeno a las baratijas de lo autorreferencial, de la pompa y de la abierta petulancia se haya atrevido a ofrecer su corazón sin privarse de una sola de las muchas herramientas que suele emplear con singular pericia. Y encima, para peor (¡para mejor!), tomando como eje temático a un personaje de los más sencillos de mentar y a la vez de los más difíciles de abordar: Maradona.

Alejandro Duchini es periodista. Publicó La palabra hecha pelota - Catorce charlas sobre fútbol (Galerna). Escribe notas deportivas y culturales en Página/12, Perfil y revista Viva de Clarín. Colabora en LA GACETA Literaria desde 2013. Trabajó en El Gráfico y CNN Radio, fue editor de Deportes de Infobae y colaboró en La voz del interior y la revista Nueva, entre otros medios. Mi Diego, su nuevo libro, fue publicado en España y ahora en Argentina.

Mi Diego, pues, es un libro relativo a Maradona y a los duendes que Maradona convocó en Alejandro Duchini en la sublime clave que supo alumbrar cierto poeta japonés. El que observó que el niño perdido en el bosque rompe en llanto pero no deja de buscar mariposas.

Y he aquí donde recupera sustancia y razón de ser el valor del apasionamiento, no ya como mera descarga vehemente, sino como fuerza capaz de orientar, operar, sembrar.

Amanuense de sí mismo y confeso devoto de su objeto de estudio, Duchini anda y desanda caminos que habían sido transitados a medias, o con lupas de otro calibre; recoge nuevas miradas y evocaciones, repone un Diego palpitante y abre una puerta en cuyo umbral se abrazan el ídolo y el idólatra, sin dejar de invitar a los muchos compañeros de ruta que merece un libro digno de ser celebrado por maradonianos y recién llegados.

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