En el marco de la campaña que llevan adelante de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 del mes que viene, precandidatas a diputada por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Unidad (FIT-U) se reunieron con ambientalistas.
Alejandra Arréguez y Karen Tejerina desarrollaron las propuestas que sobre esa temática ofrece la izquierda para estas elecciones, e intercambiaron miradas sobre las consecuencias que tiene en nuestra provincia la contaminación del aire y del agua, provocadas, según señalaron, por las industrias azucarera y citrícola y por el agronegocio.
“Ha sido una jornada muy fructífera. Es innegable que la fuerza y la organización de los jóvenes ha impulsado a poner en agenda la pelea en defensa del ambiente y el rechazo al modelo extractivista, que saquea y contamina los recursos en beneficio de un puñado de multinacionales avaladas por el Gobierno”, señaló Arréguez.
Criticó que este tema tan importante no sea mencionado por los candidatos del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. "En la provincia, fueron y son cómplices de los empresarios azucareros, del citrus y de los terratenientes que año a año degradan el ambiente, con la quema de caña, vertiendo sobre el río Salí millones de litros de vinaza y demás desechos tóxicos, a lo que se suma la tala indiscriminada para ampliar la frontera sojeras y de arándano provocando inundaciones cada vez más graves”, añadió.
Tejerina recordó el testimonio de Lucía Lobo, la niña de 5 años que obligó a que se detenga la molienda del ingenio Ñuñorco al presentar ante autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia una caja con hollín recolectado de su casa. "Dejó en evidencia las repercusiones que tiene en la salud de la población. Los empresarios se ahorran unos pesos y no invierten ni en filtros. Por eso decimos que nuestras vidas valen más que sus ganancias. El cuidado del planeta, la naturaleza y la salud vale mucho más que la ganancia de empresarios" criticó la estudiante de Medicina.
Añadió que, como salida a la situación, urge hacer cumplir las leyes vigentes que prohíben estas prácticas, sancionar la quema de cañaverales y que trabajadores de los ingenios y vecinos de esas fábricas sean quienes supervisen las medidas necesarias. "Con fondos provenientes de impuestos a los grandes empresarios”, indicó.
Desechó, además, el argumento de que la defensa del ambiente es incompatible con el desarrollo productivo. "Con esa excusa, el Estado termina siendo socio -o avala- del agronegocio con fertilizantes tóxicos, de la megaminería a cielo abierto, del fracking o del extractivismo pesquero. ¡Hasta quieren instalar megagranjas porcinas! Lejos de traer desarrollo, esos negocios son fuente de destrucción, precarización. Bajo este esquema productivo la desigualdad aumentó", puntualizó.
Añadió que desde el año pasado vienen denunciando que la propia Universidad Nacional de Tucumán (UNT) avala estas practicas. "Tras el escándalo de minera La Alumbrera, quieren meter a Agua Rica en (Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD). El capitalismo destruye el planeta y los jóvenes estamos diciendo que no vamos a permitir que nos dejen sin futuro”, cerró.