Si el objetivo de dividir el cronograma electoral y anticipar las elecciones era evitar la ‘nacionalización’ de la contienda provincial, Gustavo Sáenz lo alcanzó con creces. En las elecciones legislativas de ayer su espacio político, que compitió dividido en dos frentes, obtuvo una importante victoria. El resultado de las urnas le permitirá al mandatario salteño culminar su gestión, en 2023, con una amplia mayoría en el Poder Legislativo.

En 20 de los 23 departamentos, los candidatos de Unidos por Salta y Gana Salta (los dos espacios oficialistas) se impusieron y lograron quedarse con 20 de las 30 bancas de diputados; nueve de 12 en el Senado y 38 convencionales constituyentes sobre 60.

“Ni amarillo ni celeste”

Con el 99% de las mesas procesadas, el gobernador salteño encabezó los festejos en un hotel céntrico y allí agradeció el acompañamiento y remarcó que Salta “se pintó con los colores del poncho”. “Es un orgullo decirle al país que en Salta no hay grieta. Que la provincia no se pintó de amarillo ni de celeste (en relación a Juntos por el Cambio y al Frente de Todos)”, dijo Saénz. Y enfatizó: “nace un nuevo movimiento donde abrimos las puertas y el corazón a los salteños que quieren acompañarnos a sacar adelante la provincia”.

JxC sobre el FdT

Una de los hitos que deja esta elección es la definición de un sector como la principal oposición al gobierno local. De acuerdo al resultado, el macrismo salió mejor parado y el 12 de septiembre, en las PASO nacionales, buscará polarizar contra el oficialismo. En el departamento Capital, Juntos por el Cambio se ubicó como la segunda fuerza más votada y en el Concejo Deliberante de la ciudad de Salta conquistaron cinco bancas. Por su parte, al Frente de Todos solo le alcanzó para mantener un escaño en Diputados y quedó sin representación en el Municipio.