El pronóstico promete un fin de semana largo con estos bendecidos días tucumanos, en los que el invierno se vuelve primavera. Si buscás una escapada cerca del Gran Tucumán, el cerro San Javier es una de ellas. Pero no te quedés sólo en el sector del Cristo Bendicente. Algunos kilómetros más allá, por la ruta 340, se ocultan cautivantes rincones de la reserva natural "Parque Sierra de San Javier", que pertenece a la Universidad Nacional de Tucumán y que cuenta con cerca de 14.000 hectáreas protegidas. Además, se puede subir a pie por los circuitos de Horco Molle. Aquí, una guía para emprender cinco travesías que incluso podés combinar entre sí, como hacer Puerta del Cielo, almorzar en el Camping El Lago y volver por Cuesta Vieja. ¿Te animás?

Cómo ir y qué hacer en la Cascada del Río Noque

Los cursos de agua siempre son mágicos, subyugantes, atrapantes. El sosiego llega de manera inmediata ante el simple ejercicio de contemplación: sentarse frente a ellos a ver y oir el agua fluir. La Cascada del Río Noque, en San Javier, supone esa experiencia de paz. A lo largo de todo el recorrido, el caminante bordea un sinuoso y ruidoso río de montaña que culmina en una caída de agua de unos ocho metros de altura.

Se trata de uno de los destinos más convocantes del cerro, ya sea en verano o en invierno. Pero aún así, todavía muchos tucumanos no lo conocen, y se los oye hacer comentarios maravillados ante su primera excursión. Si bien el camino se encuentra señalizado y es fácil de transitar, hubo casos de personas extraviadas.

La cascada se encuentra dentro del Parque Sierra de San Javier, por lo que resulta frecuente la presencia de guardaparques universitarios en la zona, especialmente en el acceso, donde se cobra una entrada general de $ 100.

Para afrontar el desafío de internarse en esa espesa vegetación selvática se debe tomar la avenida Aconquija, en la ciudad de Yerba Buena, y continuar luego por la ruta 340. Una vez arriba, hay que seguir por la ruta en dirección norte; es decir, por el camino hacia el valle de La Sala, hasta encontrar los viejos monoblocks de la Ciudad Universitaria, el Bosque de la Memoria y el Monumento a Mercedes Sosa. Inmediatamente después, en el kilómetro 10.5, aparece un cartel, a la izquierda, que indica el acceso al Río Noque.

Desde ahí, una escalinata, demarcada con barandas de madera, hace de guía hasta el descenso al río. Si bien ese primer tramo suele ser exigente, debido al desnivel (ya sea para bajar o para subir) luego el trekking se vuelve absolutamente ameno. Tras unos 20 o 40 minutos de una caminata selvática, en un terreno dominado por las plantas epífitas, se llega a la Cascada, donde el agua se escurre entre enormes piedras para finalmente caer en un piletón natural en el que, en verano, se puede nadar.

Se recomienda llevar repelente para insectos, agua para hidratarse, algún refrigerio y -sobre todo- zapatillas de trekking. En invierno, además, apenas se esconde el sol hace frío, por lo que también se debe cargar abrigo.

"El salto de la cascada es hermoso. Refleja la belleza del lugar. Además, en todo el trayecto hay largas líneas de playas hacia los costados y lugares aptos para el acampe, ideales para pasar el día", destaca Rodolfo Salinas Collado, director administrativo y de gestión del parque. La dificultad es baja y se recorren, en total, entre 500 y 600 metros.  

ACCESIBLE. La flora tucumana se puede apreciar en Horco Molle.

En 2018, Tucumán participó de la campaña 7 Maravillas Naturales Argentinas, que busca resaltar la identidad y los tesoros de cada territorio. La Cascada del Río Noque fue uno de los lugares postulados en aquel entonces por el Ente de Turismo.

Camping El Lago

Muchos conocen a este destino como "la laguna de los patos", simplemente. Otros, en cambio, lo denominan la Ciudad Universitaria. Pero son pocos los que apelan a su verdadera nomenclatura: Camping El Lago. Detrás del viejo monoblock de la Ciudad Universitaria (proyecto que se inició en los '40, se paralizó en los '50 y estaba pensando como un lugar para que duerman los estudiantes) se encuentra este lago artificial de 2,5 hectáreas. Decenas de árboles, una brisa siempre fría, un puñado de patos y peces coloridos decoran el sosegado paisaje verde.

En el predio funciona un camping. La entrada vale $ 100. Cuenta con asadores, merenderos, quinchos y sanitarios, describe Salinas Collado. También hay una cancha de fútbol y senderos internos, que invitan a pasear cerro arriba. En general, resulta una alternativa ideal para pasar el día en familia o con amigos. No obstante, está permitido el acampe nocturno.

Se recomienda, a través de cartelería, no acercarse al monoblock, una estrutura inconclusa de seis pisos y subsuelo, dispuestos en unos 130 metros de largo. Afortunadamente, varias despensas permanecen abiertas en la zona e incluso en el propio camping, donde venden algunos artículos, como gaseosas, agua, pan, fiambres. El lugar es perfecto para tomar mate, leer un libro o simplemente descansar con la vista puesta en el lago y los oídos en los sonidos de la naturaleza.

El Funicular, el más fácil y corto

Del total de especies animales y vegetales que podemos encontrar en toda la Argentina, casi la mitad vive en la selva de yungas. Esta región abarca nuestra provincia y Salta, Jujuy y un poquito de Catamarca. Allí sobreviven plantas, animales e insectos únicos en el mundo. Los tucumanos tenemos la posibilidad de adentrarnos en ese mundo selvático y subyugante sin recorrer casi ninguna distancia, pues en Horco Molle -e incluso en la propia ciudad de Yerba Buena- ese paisaje forma parte del entorno cotidiano. Así las cosas, una alternativa para este fin de semana largo la constituyen los senderos de ese paraje, en los tobillos del cerro.

El denominado Funicular conduce a tres puentes ferroviarios, que datan del año 1948, cuando se pretendió construir un funicular que uniera las ciudades universitarias de Horco Molle y de San Javier. El proyecto quedó trunco, pero la senda continúa abierta. El recorrido culmina en el cuarto puente, el cual se encuentra clausurado luego de un derrumbe en la década del ´90. La distancia es de 1,5 kilómetros, la cual puede hacerse a un ritmo regular en menos de una hora. La dificultad es baja, lo cual facilita el paseo.

Sendero Puerta del Cielo

El acceso se encuentra a unos 300 metros del primer puente del funicular. En vez de ingresar al puente, un poco antes (arriba y a la izquierda), se observa el camino que conduce hacia Puerta del Cielo. La dificultad es media, debido al desnivel. Si bien los deportistas efectúan esta senda corriendo de a tramos, para un caminante sin entrenamiento supone un pequeño esfuerzo. La distancia recorrida es de 1.800 metros; es decir, menos de dos kilómetros. Sin embargo, la altura varía entre los 720 y los 1.200 metros sobre el nivel del mar. De hecho, no hay modo de quedarse sin aire en la trepada. El tiempo estimado para este trekking es de una hora y cuarenta minutos. Se sale sobre el kilómetro 12 de la ruta 340, en la localidad de San Javier. Por ello, después de este ascenso se puede disfrutar de un almuerzo en el Camping El Lago.

Cuesta Vieja, otra alternativa

El acceso se encuentra a unos 200 metros de la entrada que lleva hacia los funiculares, hacia el norte y sobre el propio cauce del río Las Cañas. Es decir, en vez de subir por el camino de los funiculares, se debe continuar río arriba. La dificultad es baja, pero la distancia a recorrer -en comparación con los circuitos anteriores- es más larga, pues se extiende a los largo de dos kilómetros.

En consecuencia, el tiempo de caminata también es mayor: dos horas de ida y otras dos de vuelta. No obstante, este itinerario es el de menor desnivel. La salida es sobre la ruta 340, frente al Bosque de la Memoria, en la localidad de San Javier. Atención: debido a que se requieren unas cuatro horas para completar este paseo, más lo que demande la estadía arriba (también desde aquí se puede hacer un picnic en la Ciudad Universitaria, antes de emprender el regreso), se recomienda iniciar la travesía temprano. 


ITINERARIOS. En el Jardín Botánico y en la Reserva de Horco Molle, el trabajo de conservación se acompaña con programas educativos y actividades para las familias. GENTILEZA UNT