Una menor de 11 años fue asesinada al ser arrojada desde un peñasco en Brasil, tras haber sido violada por tres adolescentes y dos adultos, entre ellos un tío de la víctima.

El hecho ocurrió el pasado domingo en una zona rural de Dourados, región del oeste brasileño fronterizo con Paraguay y Bolivia, pero sólo fueron divulgados tras la detención de los acusados.

La policía Civil de Mato Grosso do Sul, que fue la encargada de iniciar la respectiva investigación tras encontrar el cuerpo de la menor el pasado lunes (llamada Raissa da Silva Cabreira), los cinco acusados, todos indígenas de la misma comunidad de la víctima, confesaron el crimen.

Al declarar, los detenidos por el aberrante hecho sostuvieron que obligaron a la menor a ingerir bebida alcohólica y la llevaron a un peñasco próximo a la aldea Bororo, en donde la menor residía con sus familiares.

El tío de la nena, Elinho Arévalo (34), dijo que llegó al lugar del crimen cuando la menor ya sufría los abusos, por los que llegó a perder la conciencia, y que también participó en la violación. También confesó que ya había violado a su sobrina en otras ocasiones.

Los asesinos sostuvieron que, luego de la violación colectiva, arrojaron a la menor desde lo alto del peñasco, que tiene aproximadamente 20 metros de altura, debido a que la niña comenzó a gritar desesperadamente tras recobrar la conciencia, y los amenazó con denunciar todo lo ocurrido a los caciques de la aldea.

Los cinco detenidos serán acusados formalmente de los delitos de homicidio doblemente calificado por feminicidio y por el intento de ocultar otro crimen, así como de violación de menor de edad.