Los principales distritos del país han comenzado a vacunar contra el coronavirus a los adolescentes de 12 a 17 años con comorbilidades. No obstante, y pese a que ese grupo demográfico y el que va desde los 18 a los 29 años son dos de los más numerosos, la cobertura vacunal en ambas franjas todavía tiene camino por recorrer: en este último rango etáreo, el 41% permanece sin ninguna dosis mientras que el 55% recibió la primera y sólo el 4% completó el esquema.
Los datos fueron extraídos en base al último informe del Ministerio de Salud de la Nación por el sitio verificador de noticias Chequeado. Además de esa información sobre el porcentaje de inmunizaciones, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) ha aportado otra realidad significativa: al analizar la distribución de los casos detectados en las últimas semanas, el sector de entre 15 y 29 años representa un mayor porcentaje (31%) del total de diagnósticos positivos en todo el país, junto con el que le sigue en edad, de 30 a 44 años (31%, también).
Es decir las infecciones entre los jóvenes vienen creciendo; no así la campaña de vacunación. Este fenómeno es global. Un documento sobre el impacto de la pandemia en este primer semestre, que publicó el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, revela que las personas de entre 18 a 49 años tuvieron el 24% de todas las hospitalizaciones y el 49% de todos los casos sintomáticos. Pero, ¿por qué es clave que se vacunen? ¿Qué opinan los expertos?
En primer lugar, las vacunas son un beneficio individual y social. La vacuna aparte de proteger a cada persona que la recibe, es un acto solidario. Al recibir su vacuna, un joven también está cuidando a sus convivientes, principalmente. "No hay inmunidad grupal con una dosis. Se requiere el esquema completo. Y el porcentaje se ha incrementado con la llegada de las mutaciones, puntualmente de la cepa delta. Se habla de entre un 70% y un 80% de gente vacunada", explica a este diario el infectólogo Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, de Buenos Aires.
Si esos porcentajes mencionados se trasladan a números, se advierte que esa cifra solo podrá alcanzarse si los jóvenes se suman en forma activa a la campaña de inmunización. Más allá de todo eso, ¿por qué deberíamos confiar en las vacunas e inoculizar a nuestros hijos? ¿Son seguras? ¿Cómo es el paso a paso en la investigación clínica de una vacuna? "Se comienza analizando lo que ocurre en grupos de gente sana de entre 18 y 55 años. Luego se suman personas mayores, de hasta 80 años o más. Más tarde se analizan los resultados en los grupos 16 a 18 años. Luego de hasta 12 años. Y finalmente se estudia a los niños más pequeños e incluso a los lactantes", explica el doctor Guido Torres Busquets, especialista en cuidados intensivos pediátricos. En una última instancia, se suman pruebas con embarazadas, debido a que las futuras mamás transmiten parte de su inmunidad al bebé.
La metodología usada en menores sigue las reglas generales de los adultos: se diseñan estudios controlados, con fármacos y con placebos, y se detalla la eficacia y los posibles efectos secundarios, prosigue el pediatra. Además, cuando intervienen chicos se solicita el consentimiento de los padres o responsables. Pero si se tiene en cuenta que los niños prácticamente transitan el paso del virus sin complicaciones, ¿para qué vacunarlos?, se le consulta. "Si bien no padecen la enfermedad como los adultos y tienen menos carga viral, igual contagian. Además, ocasionalmente pueden padecer formas graves", responde.
De hecho, aunque las probabilidades indican que cuanto más joven es el paciente menos posibilidad tiene de sufrir un cuadro complicado de covid, eso no implica que el riesgo sea cero. En la Argentina se registraron algunos cientos de fallecimientos de adultos jóvenes (algunos sin comorbilidades). Los conteos del Ministerio de Salud de la Nación reportan que al 13 de julio último fallecieron 799 personas de entre 21 y 30 años. Además, el informe "Niñez/Adolescencia y COVID-19", del Ministerio de Salud de la Nación, revela que hubo unos 260.000 casos y 180 muertes en menores de 20 años desde que se inició la pandemia y hasta abril pasado. El doctor Máximo Diosque -pediatra, consultor internacional en salud pública para el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo y ex viceministro de salud de la Nación- dice que a medida que haya dosis autorizadas con fines pediátricos (y disponibles) la tendencia será ofrecer vacunas a los mayores de 12 años e incluso los menores. "Todavía no hay evidencia de seguridad en los más chiquitos. Pero una vez que pasen todas las fases y sean autorizadas por las agencias de los diferentes países, debemos aplicarlas", asevera.
- ¿El sistema inmune de los chicos es igual al de los adultos?
- No. Nace inmaduro y va evolucionando a lo largo de los años. Suele ocurrir que cuando un sistema inmunológico joven se expone a un patógeno genera una respuesta mucho más compleja que en el caso de un adulto.
Finalmente, Diosque apunta que en el mediano plazo, la vacuna contra la covid deberá combinarse en el calendario de vacunación con otras inoculaciones. "A pesar de que la patología covid en los niños es muy leve, si se quieren lograr coberturas altas para dar inmunidad de rebaño se procurará que los más pequeños se vacunen. Por ahora, dada la escasez mundial, no son una prioridad; salvo los que tienen comorbilidades", concluye el médico.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el 10 de mayo último el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer-BioNTech para adolescentes de 12 a 15 años. Lo mismo hizo en Europa la Agencia Europea de Medicamentos, al extender la indicación de esa vacuna. Al mes (el 11 de junio), China avaló el uso de emergencia de las vacunas Sinovac y Sinopharm para el grupo de 13 a 17 años. A su vez, el laboratorio Moderna ya obtuvo permiso de la FDA para ofrecerla en forma masiva. Otros laboratorios como Johnson y Johnson, AstraZeneca y el Instituto Gamaleya (el desarrollador de la Sputnik V) también están finalizando ensayos con menores de edad. En la Argentina, el 2 de julio se anunció la firma de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del presidente Alberto Fernández para la adquisición de vacunas pediátricas y para la ampliación del espectro de las vacunas disponibles para la población general.
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