La supuesta “normalidad” en educación con la presencialidad al 100% de alumnos y docentes no será posible en todos los establecimientos educativos. Aunque haya locales escolares que cuenten con espacios adicionales para ser usados como aulas, tales como SUM, sala de profesores y de computación y laboratorios, a fin de cumplir con el distanciamiento social de un metro y medio entre alumno y alumno, hay realidades individuales que no se pueden soslayar. Se trata de los docentes con dispensa laboral por enfermedades de base, embarazo y otras situaciones personales, y también la de los alumnos que conviven con personas que pertenecen a grupos de riesgo o que comenzaron a trabajar por la situación apremiante que viven su familia.
“Los dispensados no estamos de licencia, trabajamos pero de forma virtual, desde nuestros hogares”, aclara de entrada Claudia, que es paciente diabética y que desde que comenzó la pandemia dicta clases desde su casa. Su grupo de alumnos, de una escuela de Leales, tampoco concurre de manera presencial, todo es virtual. “Las vacunas no aseguran que uno no se contagie, pero sí disminuyen los efectos de la enfermedad y la probabilidad de fallecimiento. Los dispensados estamos esperando la resolución del COE para saber si debemos reintegrarnos o no”, dice con preocupación.
“La verdad es que son muchos los docentes con dispensa laboral por distintos motivos. También hay alumnos que no concurren a la escuela porque tienen algún familiar de riesgo, por embarazo o porque tuvieron que salir a trabajar por la situación económica que atraviesa su familia”, cuenta la docente Graciela Véliz, de la escuela Belgrano.
Todavía nadie ha dicho nada sobre la situación de los dispensados pero en muchos ámbitos educativos se estudia la posibilidad de hacer regresar a los docentes mediante la aplicación de la resolución conjunta de los ministerios de Salud y Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
El artículo 1° señala que los empleadores podrán convocar al retorno a la actividad laboral presencial a los trabajadores, incluidos los dispensados, siempre que hubieren recibido al menos la primera dosis de la vacuna contra la covid-19. Aclara que únicamente podrán mantener sus dispensas las personas con inmunodeficiencias, pacientes oncológicos y trasplantados.
Faltan dos días hábiles para el retorno presencial a las clases y miles de docentes están sobre ascuas, sin saber si deben volver o no a sus puestos de trabajo.
Los directores tampoco saben cómo será el regreso a las escuelas a partir del lunes. Hoy tendrán una jornada de capacitación, sobre el programa Regresar cuyos detalles todavía no se conocen. Los directivos se anoticiaron de la vuelta a la presencialidad del 100% de los alumnos a través de los medios de comunicación.
De todos modos, algunos directivos ya aclararon que no se podrá realizar un regreso masivo el lunes. La escuela primaria 9 de Julio, por ejemplo, cuenta con 1.200 alumnos. “Si hay que respetar distanciamiento no vamos a poder tener el 100% de los alumnos todos los días. Pero vamos a adoptar todas las medidas que hagan falta para que los chicos estén bien y puedan tener presencialidad”, aclara el director Carlos Díaz.
Hay mucha inquietud en la docencia. “No es lo mismo manejar dos burbujas de 15 alumnos que volver a tener 12 cursos. Mantener el distanciamiento es muy difícil”, decía ayer una vigía escolar de una escuela grande.
Marcha de disconformes
A todo esto, hay grupos de padres y docentes que se organizan para frenar la presencialidad. Desde la Unión de Juventudes por el Socialismo se marchará hoy, a las 10, frente a la Secretaría de Educación. “La tercera ola de covid es inminente. Se necesitan becas para estudiar de modo virtual”, dicen sus convocantes, Daniel Blanco y Raquel Grassino.