La investigación para esclarecer el crimen de Ana María Romero sigue avanzando. En las últimas horas, surgieron dos líneas diferentes que están siendo analizadas por los investigadores. Mientras ello ocurre, los pesquisas continúan recolectando evidencias que terminarán siendo fundamentales para esclarecer el femicidio.
El cuerpo de la mujer fue encontrado alrededor de las 16 del viernes por dos personas que caminaban por una vía despoblada y rodeada de matorrales -la cual se extiende desde la vieja traza de la ruta 38 (a unos 500 metros al sur del río Gastona) hasta el barrio Primero de Mayo II-.
El cadáver estaba a 10 metros de la orilla del camino en posición boca abajo. Tenía su pantalón desprendido y bajado, con su ropa íntima, hasta la altura de las rodillas.
Además tenía un traumatismo en la cabeza y otras lesiones compatibles con un ataque. La autopsia que le practicaron los peritos judiciales confirmó que fue asesinada mediante asfixia por ahorcamiento. A la mujer la podrían haber estrangulado una vez que perdió el conocimiento.
La mujer era oriunda del barrio Tagusa, de la ciudad de Aguilares, donde también residía Vicky Nieva, víctima del único transfemicidio registrado en lo que va del año en la provincia. Sin embargo, pasaba varios días en Concepción donde podría haber ofrecido su cuerpo a cambio de dinero. En esa ciudad vive el hijo que la terminó identificando.
Los pesquisas establecieron que Romero tenía una relación sentimental con un tal “Orejudo” y que en los últimos tiempos no se llevaban bien. Sin embargo, hasta ahora no se habían encontrado indicios en su contra.
Sin embargo, en las últimas horas, por los testimonios que recogieron los pesquisas, se supo que la víctima habría recibido amenazas de otro hombre. Pero hasta el cierre de esta edición, no surgió mayores detalles sobre esta persona.
La causa quedó en manos del fiscal Héctor Fabián Assad, ya que su colega Jorge Echayde entro en feria. Ordenó que los peritos del Equipo Científico de Investigación Fiscal analicen más de una docena de equipos de cámaras de seguridad para tratar de identificar al autor del hecho.
Se confirmó además que no se encontró en el cuerpo de la víctima restos de semen, pero sí hay elementos (pelos y piel) que podrán ser utilizados para realizar una pericia genética. Además, esas pruebas demuestran que la víctima peleó por su vida hasta que pudo.