Lista la plaza Independencia y mejorado por completo el microcentro tucumano con las semipeatonales que priorizan el tránsito a pie y descongestionan las calles de autos, la gran ausente en estas mejoras urbanas de los últimos tiempos ha sido y es la bicicleta. Al menos esa es la lectura que hacen quienes usan este medio de transporte en sus actividades cotidianas para recorrer la cuidad.
En una carta de lectores publicada el 1 de julio, el vecino Enrique Ullivarri ya lo advertía: “no se contemplaron ciclovías en ese ensanchamiento (de las veredas del microcentro), para que el tráfico vehicular sea reemplazado por bicicletas aunque sea en forma parcial, disminuir la contaminación e incrementar el ejercicio. Estamos aún a tiempo para concretar las mismas, aunque sea en algunas de las nuevas semipeatonales, como una vía de tránsito alternativo, y no solo lejos del centro de la ciudad, sino en muchas de sus arterias”, señalaba el lector.
Lo cierto es que no. La Municipalidad de San Miguel de Tucumán no contempló trazas exclusivas para bicicletas en la remodelación del microcentro. “No es que no lo hayamos tenido en cuenta, pero se consideró que lo mejor es hacer ciclovías o bicisendas en calles más anchas. Con las semipeatonales, sin poner una sola multa, hemos resuelto el problema de los embotellamientos y el caos vehicular del microcentro. También les dimos comodidad a los peatones. Esos eran los objetivos de estas obras”, explicó Alfredo Toscano, titular de Obras Públicas del municipio.
Pero más allá de la explicación “técnica”, los ciclistas sienten que se los ha dejado de lado, porque a la bicicleta se la podría haber incluido de algún modo, según su lectura. “Creo que era una buena oportunidad para que el Gobierno tuviera un gesto para con les ciclistas urbanos. No era la solución una ciclovía en un espacio tan acotado, pero sí era una buena chance para dar un puntapié inicial, para poner el tema en la agenda política, para exponer ante la sociedad cuál es el rol que tiene la bicicleta en quienes la usamos como medio de transporte”, reclama Federico Alfaro, de la agrupación Meta Bici.
“Habla por sí solo que no se haya incluido ningún tipo de infraestructura, ni siquiera bicicleteros, ni en la semipeatonal ni tampoco en la plaza Independencia. Es una oportunidad que se pierde en la búsqueda de una transformación cultural. Es un desperdicio”, sentencia Alfaro, quien es además magister en Planificación de Movilidad Urbana. “Son transformaciones urbanas que no se hacen con frecuencia, que requieren de una gran inversión y haber incluido la bici no hubiese sido una gran diferencia económica. Que no esté incluida de ninguna manera me parece una gran decepción”, añade.
Javier Zerda, arquitecto, urbanista y ciclista, valora enérgicamente el resultado de las últimas mejoras en el casco céntrico y reconoce la ausencia de la bici en el proyecto, pero también sostiene que se puede subsanar. “Reconozco que podría haberse considerado una ciclovía y el proyecto que no afectaría su espíritu, pero se puede resolver armando una red en otras arterias que mantienen su ancho original”, propone el profesional, quien además felicitó al Municipio “por llevar adelante acciones concretas en cuanto a la mejora del espacio urbano; hacía años que no se veían este tipo de iniciativas”.
“Son cambios muy acertados que las ciudades necesitan para adaptarse a las necesidades modernas y van en el sentido correcto en cuanto al urbanismo actual: es decir, bajar la velocidad de circulación, ser más amigables con el peatón en detrimento del auto que contamina e impacta negativamente en el medio ambiente. Es notable la mejora en la calidad del espacio urbano, que sin duda va a influir en el aumento del valor de las propiedades del microcentro. Es una gran ventaja para el comercio porque crea un paseo amplio y tranquilo para sus potenciales clientes. Hasta el tráfico vehicular se vio favorecido, ya que al no poder estacionar en doble fila se hizo más fluido”, destacó.
El año pasado, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNT fue convocada para opinar sobre un proyecto de ciclovías intermunicipales, entre Tafí Viejo y Yerba Buena. “Propusimos una red integral de desplazamiento en bicicleta como un medio de transporte alternativo. Integramos todas las propuestas aisladas que gestionaban los municipios, agrupándolas en una red integral con todos los complementos necesarios: estacionamientos, puesto de descanso, estaciones intermodales. Esa red contemplaba circuitos universitarios también, vinculando las distintas unidades académicas dispersas. En todos los casos señalamos las ‘calles de ronda’, que son las más anchas del circuito, como las más aptas para este uso. No se contempló el trazado céntrico, porque las calles son más angostas”, explicó por su parte Claudia Abdelnur, secretaria de Planificación de la FAU.
Toscano explicó que la red de ciclovías universitarias, que tiene como objetivo conectar la Quinta Agronómica con los otros centros universitarios de la ciudad y que pasa por la platabanda de la avenida Roca, hasta el momento solo pudo hacerse entre Pellegrini y Frías Silva. “Hay una obra importante de la SAT, de reemplazo de cañerías, muy necesario que está mejorando mucho el servicio en la zona, pero que está muy demorada. Era una obra de 90 días y ya lleva 180. Eso ha interrumpido el trabajo, pero está en los planes de la Municipalidad terminar esa red”, finalizó.