“No existe lo desconocido. Solo lo temporalmente desconocido”
Viaje a las estrellas
¡Apa la Papa!
Liquidación récord del agro. Acumulación de reservas. Disminución del déficit fiscal. Mayor disciplina monetaria. Buen desempeño de las licitaciones del Tesoro. Mercado de Futuros sin intervención del BCRA. Si tan mal no estamos… ¿Por qué sube el dólar libre?
“Horrible la actividad económica. Y creo que será cada vez peor. Los empresarios no quieren invertir más. Desinvertir y sacar dólares es la consigna”, señala con tonada cordobesa un “picante” en el mundo de las inversiones.
Esta semana se conoció que el EMAE (Estimador Mensual de la Actividad Económica) se resbaló un escalón más, acumulando de esta forma la tercer baja consecutiva desde febrero. Un número incluso inferior del estimado por el consenso de analistas de mercado.
Repita conmigo: Flujo mata Fundamentos
Si consideramos el tipo de cambio real de equilibrio o el dólar de convertibilidad (cociente entre pasivos y activos monetarios)… el dólar, ¿está caro o barato?
Técnicamente la respuesta solo despertará la curiosidad de unos pocos, generando debate en las Escuelas de Economía. Lo que los economistas no aprendemos en la Facultad, sin embargo, nos viene a enseñar el mercado. El dólar, ¿caro o barato?... ¡A quién le importa!, contestará el mercado. Después de todo, flujo mata fundamentos.
La presión alcista observada en el contado con liquidación vino acompañada con buen volumen. El aumento en el número de operaciones llevó a las autoridades a renovar los clásicos “llamados” a las principales ALyCs pidiendo “colaboración”. Hay que llegar a las elecciones sin grandes novedades.
La brecha cambiaria, sin embargo, trepó nuevamente al 80%. ¡Chuy! Se siente un frío en la espalda.
El ya no tan selecto “Club de los U$S 200k”
Zoom. Meet. Webex. Teams. Plataformas para realizar videoconferencias. Algunas de las grandes ganadoras producto de la pandemia. Cerrar las economías a lo largo del planeta implicó una gran reducción de movilidad. Al quedarse en casa, la mayoría de las actividades laborales “white collar” (trabajadores de oficina) se volcaron a la virtualidad.
En el sector financiero, la reducción de movilidad aceleró los procesos de innovación. Los “imposibles” desde el punto de vista tecnológico y principalmente normativo, comenzaron a tornarse en realizables. Innovar, flexibilizar y capitalizar el momento, o aferrarse a lo tradicional con riesgo de desaparecer. De esta forma se descentralizaron pisos enteros de operadores llevándolos desde los principales centros financieros a los livings de casas particulares.
Los miles de papeles se reemplazaron por contratos virtuales con firmas electrónicas, facilitando la apertura de cuentas de forma remota. La tecnología permite escala. En el tradicional balance “PxQ “ (precio por cantidad), los principales brokers del exterior flexibilizaron requisitos.
De esta forma, lo que anteriormente era destino de solo unos privilegiados, hoy se ha masificado: las cuentas offshore. En argentino criollo, fuga de capitales a fines de resguardar los ahorros en el extranjero.
A dos clics y tres días de la paz mental
Hiperinflación. Corralito. Corralón. Default. Cepo… ¡Tuy! comienza a arder la panza solo recordar nuestra triste y reciente historia económica. Cualquier nacido hasta la década de los ‘80 lo recuerda vívidamente en su memoria. ¿Por qué entonces confiar “una vez más” en el país?
Tener los ahorros en el exterior es muy simple. El proceso se hace en dos pasos: primero se abre una cuenta local y luego en el extranjero. Bajando una app al celular o desde la página web, solo se necesita una foto con tres documentos: pasaporte, servicio a nombre del titular y comprobante del origen de fondos. Los principales agentes del sistema financiero hoy ofrecen esta posibilidad.
La forma “legal” de transferir dinero al exterior se hace por medio de la compra en pesos de un bono en la cuenta local y la venta en dólares a los tres días en la cuenta del exterior. Listo. Acaba de hacer una operación de contado con liquidación. Sus ahorros están offshore.
¡Chuy! ¡Tuy! ¡Plop!
Cualquier individuo con capacidad de ahorro hoy puede tener este beneficio. Los requisitos son mínimos. Los costos muy accesibles. Varían en función del servicio requerido. Existe quienes operan de forma independiente o bien quienes prefieren asesoramiento personalizado.
Esta situación sin embargo dista de ser nueva. En Argentina se genera riqueza. Y mucha. Pero esa riqueza se custodia fuera del país. Los números, tiranos, así lo demuestran. Según datos del Indec, los inversores argentinos, entre activos reales y financieros atesoran en el exterior el equivalente a un PBI entero. ¡Plop!, exclamaría el entrañable Condorito.
Por supuesto. Esto es solo lo que está declarado. Si se incluye la economía en negro, el dato se incrementa. Imposible estimar en cuánto. ¡Ouch!, ¡Guau! o simplemente un incómodo silencio, podrían completar la serie dominical de onomatopeyas.
Desgraciadamente mientras no se generen los estímulos necesarios, este círculo vicioso de desconfianza solo se verá incrementado.