Lo ocurrido el jueves en la Cámara de Diputados -con 135 votos a favor, 110 en contra y dos abstenciones se dio media sanción al proyecto de ley de biocombustibles, que ahora fue girado al Senado para su aprobación definitiva-, genera controversias, dependiendo del lugar de donde se mire.
La iniciativa contó con el respaldo del Frente de Todos y de bloques aliados, y fue rechazado por Juntos por el Cambio -aunque algunos de sus miembros, de provincias azucareras, votaron a favor-, por Consenso Federal, por el socialismo y por la izquierda.
El proyecto de ley de biocombustibles establece un nuevo marco regulatorio y propone un corte de un 5% para el gasoil y para el biodiesel y de un 12% entre las naftas y el bioetanol. Tiene por objetivo remplazar a la ley que estableció el Régimen de Promoción de Biocombustibles, que luego de 15 años de vigencia, fue prorrogada hasta el 12 de julio, una vez vencida.
Resulta importante que se entienda, de una vez por todas, la necesidad de lograr cambiar la actual matriz energética de la Argentina. Y para ello, según afirman los expertos de la Sociedad Argentina de Técnicos de la Caña de Azúcar (Satca), resulta fundamental conocer en profundidad todas las cuestiones técnicas que existen en promover el cambio de esta matriz con biocombustibles.
El informe de Satca menciona muchos ejemplos sobre los avances que se están dando en países más desarrollados y/o de alta relevancia en el mundo sucroalcoholero -Unión Europea, Estados Unidos, Brasil e India - y en importantes empresas -Bosch y Siemens- respecto del bioetanol, del hidrógeno a extraer de aquel y de su potencial uso para la electromovilidad.
En el documento se cuenta que el año pasado la producción y el uso de etanol renovable de los miembros de la Asociación Europea de Etanol Renovable (ePURE) redujeron por noveno año consecutivo las emisiones de gases de efecto invernadero en un promedio de más del 75%, en comparación con los combustibles fósiles.
Esta cifra récord refuerza el hecho de que el etanol renovable es una de las mejores herramientas disponibles de la Unión Europea para descarbonizar el transporte por carretera.
Se agrega que la India también trabaja en el programa E20 el objetivo de llegar a un 20% de mezcla con biocombustible.
Esto traerá beneficios a los agricultores de caña de azúcar: al trabajar de manera estrecha con ellos se logrará una elección de variedades de caña, cultivos intercalados y agronomía que les permita obtener mejores rendimientos y producción.
En dicho informe realizado por la Satca también se menciona al hidrógeno obtenido a partir del etanol para ser usado en la movilidad, en la calefacción y en la industria. Se puede utilizar para propulsar aviones y barcos -turismo y vehículos comerciales-. También se ha demostrado que es un remplazo claro del gas natural cuando se trata de calentar edificios. Es una gran oportunidad que tienen Brasil y la industria del etanol para generar energía con celda de hidrógeno, tanto para movilidad estacionaria como urbana. Afirman que para 2050 tendrán una movilidad libre de dióxido de carbono (CO2) y Brasil tomó la acertada decisión de privilegiar el etanol, ya que es un biocombustible que también impulsa la economía local y genera empleos para el país.
Agregan que la producción de etanol generó el desarrollo de la tecnología Flex por parte de la industria automotriz.
En 2003, según cuentan, Brasil había producido poco más de 200 millones de toneladas de caña y hoy el volumen de caña llega a más de 600 millones. Ahora se producen más de 32.000 millones de litros de etanol. Muchas ciudades han crecido a partir del desarrollo que trajo la producción de etanol y del azúcar con los vehículos Flex. La contaminación fue reducida en grandes ciudades; muchas muertes se evitaron con el uso de etanol. El país tuvo menores importaciones de derivados del petróleo, mayor recaudación de impuestos y el número de empleos se duplicó.
La media sanción de la nueva ley es un hecho. Y seguramente se tendrá una ley de biocombustibles en poco tiempo. Lo importante es que con ella se debe proteger al ambiente de las emisiones de CO2 y lograr su disminución definitiva en el país y en esto los biocombustibles tienen una importancia primordial, por lo que su producción es vital para el cambio gradual de la matriz energética.