"Estaba también Manzur; estaba Manzur todavía... A Manzur nunca lo procesaron por eso; a los demás, sí; bueno, no importa". Las palabras de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, durante un acto en Lomas de Zamora, desconcertaron anoche a los funcionarios de la Casa de Gobierno, mientras que en la Legislatura festejaron esa frase como un gol del "Pulguita" Rodríguez.
En su residencia, el gobernador Juan Manzur, se había reunido con dirigentes de Burruyacu, en los habituales encuentros políticos posteriores a la jornada hábil administrativa. Pocos se animaban a preguntarle qué había querido decir la presidenta del Senado, con ese pase de facturas.
"Todo está bien", indicó el mandatario a algunos de sus colaboradores. Según se comentó, durante ese encuentro habría recibido una llamada de la propia Cristina, explicándole los alcances de aquella frase. Fue un intento oficial de bajarle la espuma a una tormentosa relación desde que hace tres años el ex ministro de Salud de la Nación dijera que el ciclo político de la ex Presidenta ya estaba concluido.
En mayo pasado, en oportunidad de una visita de ministros nacionales, el titular de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro había revelado, durante un acto en el Hipódromo, que el tucumano, a quien Cristina llama "Juancito", frecuentaba a la ex mandataria nacional.
Manzur sí había sido procesado por la Justicia en la causa por el Plan Qunita, pero el ex juez Claudio Bonadío lo había sobreseído. Sin embargo, el año pasado, la sala III de la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar al recurso de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, y anuló aquel sobreseimiento. Cristina continuó con su mensaje, aludiendo a aquel programa. "Estaba Nicolás Kreplak y (Daniel) Gollan. No, estaba (Juan) Manzur todavía. A Manzur nunca lo procesaron por eso, a los demás sí", señaló.
Osvaldo Jaldo estaba exultante. Había tenido una semana difícil, luego de que la Casa de Gobierno lo dejara afuera de una lista de eventuales candidatos a diputados y a senadores por el Frente de Todos. Incluso, fuentes oficiales dejaron trascender que esa nómina (integrada por el diputado Pablo Yedlin, la ministra de Salud, Rossana Chahla, el gerente regional de la Anses, Marcelo Santillán y la legisladora Sandra Mendoza) tenía la venia de Cristina y del presidente de la Nación, Alberto Fernández.
“No queremos que nadie se pase de pícaro. Necesitamos ser parte de una lista de diputados y senadores que vayan al Congreso”, avisó el presidente de la Legislatura durante un acto en Central Córdoba, donde reclamó trabajar en las próximas elecciones para asegurar la gobernabilidad del binomio presidencial. Lo reiteró ayer en un mitin en Juan Bautista Alberdi, organizado por el legislador Roberto Palina. "Estamos decididos a jugar fuerte", remarcó el vicegobernador que hoy intentará reunir, en la Cámara, a 40 congresales del Partido Justicialista.
Manzur, a su vez, se refugiará otra vez en la Casa Rosada. Poco después del mediodía tiene programado un nuevo encuentro con el presidente de la Nación, del que también participarán otros mandatarios justicialistas.
Alberto Fernández había hablado con el tucumano el martes último, con el fin de organizar el encuentro en el que, entre otros temas, se analizará la futura campaña proselitista. En ese encuentro con el jefe de Estado, el gobernador insistirá con la probable visita presidencial para los actos conmemorativos del 205° aniversario de la Declaración de la Independencia. La propuesta es sencilla: el acto y el mensaje en la Casa Histórica y la posible habilitación de las obras de remodelación de la Plaza Independencia.
Más tarde, el jefe del Poder Ejecutivo provincial tiene previsto visitar al Administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), Enrique Cresto, con la idea de firmar el Convenio de Asistencia Financiera para la ejecución de trabajos públicos en todo el territorio provincial, con una inversión federal estimada en $ 5.360 millones.
Julio arrancó con todo. Manzur no quiere perder el tiempo. El martes, según la agenda tentativa que se maneja en la sede de 25 de Mayo y San Martín, está previsto el arribo de otro kirchnerista a la provincia: el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat y vicepresidente del Instituto Patria, Jorge Ferraresi.
De concretarse, se organizará un acto oficial para anunciar la ejecución de planes de viviendas en la provincia. Otra visita en carpeta (podría concretarse entre el jueves y el viernes de la próxima semana para los actos patrios) es la del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, que ayer reapareció públicamente tras el aislamiento obligatorio, tras su gira por el exterior. El encuentro con Manzur viene siendo postergado desde hace varias semanas.
Ante este escenario, el distrito Tucumán del Partido Justicialista se ha convertido en un verdadero juego de ajedrez, donde las torres locales intentan acercarse y proteger al rey y a la reina, recorren los mismos carriles -pero en tiempos diferidos-, pero hasta ahora no se cruzaron y es posible que no lo hagan en el futuro, si la realeza no intercede en la recomposición de una sociedad política separada, pero que aún no inició los trámites de divorcio. En el peronismo, todo es posible. Las reconciliaciones por conveniencia también.